La princesa del pop, Britney Spears, alcanzó la fama a muy temprana edad. Con apenas 11 años, Spears era uno de los personajes más queridos de la televisión estadounidense gracias a su participación en el afamado Club de Mickey.
Su carrera siguió en ascenso hasta el lanzamiento de su primer disco Baby one more time, donde la cantante alcanzó la fama mundial y prometía convertirse en una de las estrellas del pop más grande de la historia.
Después de Baby one more time vino Ops I did it again y luego Toxic, que le mereció a la artista un Grammy y que auguraba éxitos por muchos años más.
Sin embargo, la sombra de la fama llevó a la artista a vivir momentos muy difíciles en su vida de los cuales aún no se puede recuperar y que la convierten en la protagonista del documental Framing Britney Spears, una mirada sobre los hechos que han afectado la vida de la cantante r los que ahora enfrenta una batalla legal con su padre.
Uno de los episodios más recordados en la historia de la vida de Spears fue el matrimonio con su exesposo, el bailarín Kevin Federline, en 2004.
En un comienzo, la pareja parecía feliz pero solo duraron dos años y su divorcio, en 2006, acaparó la atención de todos los medios de comunicación del mundo pues tanto Spears como Federline se lanzaban indirectas el uno al otro. De hecho, en una entrevista, Federline aseguró que casarse con la cantante “fue el peor error de su vida”.
A pesar de que la unión no prosperó, la relación dejó dos hijos y la custodia total de los menores le fue otorgada a Federline, debido a los problemas de adicción a las drogas y alcohol que tenía la cantante.
Desde su separación, la princesa del pop se sumió en un mundo de excesos y era protagonista de las portadas de medios sensacionalistas bebiendo y en varias fiestas.
El asedio de los paparazzi es quizás otro de los momentos más difíciles que ha vivido la cantante durante sus años de carrera. Dentro de los hechos más recordados está la fotografía que uno de ellos le tomó cuando llevaba a su bebé de cuatro meses en sus piernas mientras conducía, acto por el cual la cantante se disculparía después.
Sin embargo, el evento más recordado en la caótica relación de Spears con los paparazzi ocurrió en 2007, cuando la cantante atacó con una sombrilla a uno de ellos y arremetió contra el vehículo en el que se movilizaba.
Los paparazzi la acosaban constantemente luego de que Spears se rapara la cabeza, uno de los momentos más recordados en la industria del entretenimiento y que generó preocupación por la vida de la artista.
En 2008, el padre de la cantante, Jaime Spears, obtuvo la custodia legal alegando problemas de salud mental y la incapacidad de la artista para tomar decisiones por si misma.
La artista desapareció de la industria por varios años pero volvió a ser noticia en 2019, cuando fue internada en una clínica de psiquiátrica aparentemente para rehabilitarse.
Las batallas con su padre
Desde que Jamie Spears obtuvo la custodia de su hija y tiene la potestad para tomar todas sus decisiones, tanto personales como financieras, ha surgido un movimiento llamado Free Britney, desde donde fanáticos y conocidos aseguran que la artista está prácticamente ‘secuestrada’ y que la mantienen alejada de todo para administrar las regalías de sus canciones.
De hecho, hace unos meses, la cantante radicó una petición para quitarle la custodia legal a su padre, que fue rechazada por instancias legales.
Quienes defienden a la artista dicen que su padre dicen que la mantiene alejada de los demás por dinero mientras que su padre afirma que solo quiere lo mejor para ella.