Britney Spears ha sido catalogada como una de las cantantes más importantes de la música pop y de la industria en general, gracias a que en sus inicios generó todo un movimiento juvenil que no se veía desde que Elvis Presley o The Beatles hacían correr y gritar a millones de chicos y chicas por igual a través de aeropuertos, calles y estadios para poder escuchar algunos de sus mejores éxitos.
Y cabe resaltar que si bien hubo antes leyendas como Whitney Houston, Mariah Carey o la mismísima Madonna, fue Britney quien marcó a toda una generación infantil y juvenil de los años noventa, mostrándose como una jovencita pícara y tierna que despertaba toda clase de deseos en sus pares adolescentes, convirtiéndose en uno de los íconos más grandes de la historia de la música.
Hoy queda muy poco de esa Britney sonriente y simpática que siempre deslumbraba en entrevistas, galas de premios o shows en estadios. Ahora la estadounidense vive una vida alejada de los escenarios y estudios de grabación, disfrutando de una libertad que le fue negada por más de 15 años desde que tuvo un quiebre mental fuerte que la llevó a varias clínicas de reposo y se decantó en una tutela manejada de la peor forma por parte de su padre, James Spears.
Una vez se le retiró la tutela a Britney luego de que se le diera la voz a la cantante luego de más de una década sin poder declarar legalmente por sí misma, el mundo pensó que la “princesita del pop” iba a regresar con más música, shows y quizás proyectos de entretenimiento en otras áreas como la televisión y el cine; sin embargo, Spears fue clara y contundente: ella dice haber sido obligada trabajar por una década, ganando sumas de dinero astronómicas que su padre aparentemente le habría robado y no estaba dispuesta a invertir su libertad en más labores.
Es decir, en palabras castizas, Britney está hastiada de trabajar, de hacer música para otros y lo único que hay en su mente es tener las vacaciones que no tuvo por 15 años. Esta nueva vida la empezó a vivir y mostrar al lado del actor y bailarín Sam Asghari, con quien se casó en el verano de 2022 en una boda a la que asistieron luminarias como Paris Hilton, Donatella Versace, Selena Gómez, Drew Barrymore y la gran Madonna.
Pero el idilio no duró y ahora Britney está en la mitad de un proceso de divorcio en el que Asghari quiere anular su acuerdo prenupcial para poder tener una manutención millonaria de por vida. Pero esto no trasnocha a la “princesita del pop”, dado que ella ya le dejó el tema a su equipo de abogados y mejor se dedicó a disfrutar de su soltería viajando y haciendo fiestas con un grupo de amigos hombres que la cuidan y la divierten.
Primero, Britney publicó una imagen en la que cinco hombres la cargan de una forma muy comprometedora en una fiesta en su mansión de Los Ángeles. Pero ahora, han salido a la luz videos de Britney realizando sus icónicos y erráticos pasos de baile en una ranchería de México, dejando claro que Spears sigue disfrutando de tierras mexicanas como lo ha venido haciendo en los últimos 2 años.
Allí también estaba rodeada de solo hombres y muchos de los turistas de la zona no dejaron pasar la oportunidad para retratarla y dejarla en evidencia. Los clips se volvieron tan virales que la misma cantante publicó una de sus imágenes paparazzis y reflexionó acerca del tema.
“¡¡¡Me da mucha vergüenza!!! Como una idiota perdida escuché música y bocinas de mi auto 🚗 ¡Entré como un ciervo ante los faros y no tenía idea de que me estaban grabando por todos lados! ¡Soy solo un ser humano y no tengo idea de qué diablos está pasando con mi cabello, pero hice una parada en México! ¡¡¡Me dirijo a Italia ahora para comprar mis espaguetis y albóndigas favoritas 🍝!!! Conozco al dueño allí, así que espero que pueda hacerme entrar por la puerta trasera 🤕🤦🏼♀️!!!”, escribió la cantante en su publicación.