La batalla campal que tiene casada Britney Spears contra su familia parece nunca tener fin, pues cada vez que la cantante puede y tiene oportunidad, arremete contra ellos sin ningún tipo de consideración, excusada en que ellos la hicieron sufrir durante 15 años y la obligaron a estar en el foco de los medios de todo el mundo desde temprana edad, pues la diva pop inició su vida artística desde muy pequeña haciendo parte del programa de televisión The Mickey Mouse Club, junto a Christina Aguilera, Justin Timberlake y Ryan Gosling.
El caso es que Britney sí disfrutó de su fama durante algunos años y reconoció en su perfil oficial de Instagram que hubo un momento exacto en el que se sintió feliz de llamarse la “Princesa del pop”, pues le dio la oportunidad de presentarse en televisión abierta en un show especial que requirió varios días de ensayos, preproducción, ensamblaje de coreografías y vestuario y hasta manejo de extras, toda una experiencia que Spears no olvida.
Dicho show fue emitido por la CBS en 2005, donde Britney interpretó uno de sus más grandes éxitos musicales, Toxic, canción que la catapultó como una de las cantantes con más ventas en toda la historia de la música.
Junto a un extracto de esta presentación, Spears aprovechó para mencionar en su perfil oficial de Instagram lo duro que era hacer giras de conciertos por el hecho de tener que vivir, prácticamente, entre un bus o un avión, pues tiene que visitar muchas ciudades en un lapso muy corto de tiempo, lo que le generaba mucho cansancio y estrés.
Además, dice Britney, ella no lo disfrutaba tanto como sí lo hacía su familia, especialmente su padre James Spears, quien supuestamente viajaba con muchas mujeres en su tráiler y ninguna de ellas era la madre de la cantante, Lynne Spears, siendo esta otra acusación de infidelidad por parte de la intérprete de Womanizer a su progenitor, quien tuvo la custodia de su tutela por 15 años hasta 2021.
Britney también afirma que es doloroso recordar cómo su familia disfrutó a costa suya durante no solo el tiempo que tuvo su tutela, sino mucho antes cuando la obligaban a cantar y bailar cosas que no quería, e incluso a mostrarse de una forma muy adulta para su edad, convirtiéndola en un símbolo sexual de finales de los años 90 y el inicio de la primera década del siglo XXI.
Lo curioso del caso es que a tan solo minutos de tener la publicación de su presentación con las frases venenosas contra su padre, Instagram censuró, nuevamente, a la cantante y le retiró su video de su perfil, cuya razón aún no se sabe pero se debería a los derechos de autor de la grabación que añadió en su post, pues dicho video es propiedad de la cadena televisiva CBS y solo ellos tienen permiso para ponerlo en la red social.
Esta no es la primera vez que Instagram censura a Britney, pues ella lleva varios meses publicando imágenes y videos que no son de su autoría, poniéndose como presa fácil de los algoritmos que leen con precisión cuándo una obra está siendo mal usada. Además, la cantante también desafía las políticas de esta plataforma con sus desnudos, que ya dejó de publicar.
Britney estuvo durante más de seis meses posteando fotos y videos en los que sale como Dios la trajo al mundo, generando un debate de talla mundial en los entonces comentarios de dichas publicaciones, donde miles de fanáticos defendían el derecho de libertad de expresión de la artista, sin embargo, otros alegaban que el mostrarse sin ropa era una clara muestra de que la princesita del pop sigue teniendo problemas mentales, emocionales y de comportamiento.