La película ni siquiera cuenta con un héroe o una heroína destacables. En su gama de personajes trillados, un Mark Hamill poco inspirado interpreta a Luke Skywalker y Carrie Fisher, ni siquiera atractiva en su papel, da espantosa vida a la princesa Leia Organa”, sentenció John Simon, crítico de la revista New York, en la reseña de Star Wars que publicó en 1977. Poco imaginaba que la película desataría una tormenta cultural: hizo multimillonario a su creador, George Lucas, redefinió la ‘superproducción’, sigue generando miles de millones de dólares a Disney y elevó precisamente a esos héroes, Luke Skywalker y Princesa Leia, al estatus de íconos de la cultura popular.Sin querer queriendo, Simon expuso una de las razones del éxito de la saga que, a la fecha, ha facturado 42.000 millones de dólares en cine, libros, videojuegos, juguetes, licencias y televisión. Leia no es una clásica princesa del séptimo arte, sino una mujer ejemplar, apasionada y valiente, que se hace valer y expresa sus opiniones con amplias dosis de sarcasmo. Por su parte, Luke Skywalker, personaje esencial para salvar a la galaxia de la oscuridad, generó una enorme empatía desde que apareció. El joven no ocultó sus sueños de encontrar su destino más allá de la granja de su tío. Rubio y ojiclaro, pero simplón, Luke era cualquiera. Por eso cuando grandes y chicos presenciaron su despertar, lo vieron sentir ‘la fuerza’, sufrir la muerte de cercanos, perder un brazo y derrotar al lado oscuro, se volvió inolvidable. Ahora, 34 años después de Episodio VI-El retorno del Jedi (1983), verlo de vuelta -en serio- genera una enorme expectativa, pues en el corto minuto que apareció en Episodio VII-El despertar de la fuerza (2015), el destino parece haberlo atropellado, y esa imagen causó una intriga total.Mark Hamill tiene 66 años y ha sido Luke Skywalker por más de 40. Es tan reconocido en el rol de Skywalker que para gozarse las grande convenciones Comic Con le toca usar una máscara, y solo logró un papel distinto por medio de su voz (la del Guasón en las series animadas de Batman). Cuando intentó que Milos Forman lo escogiera para el papel protagónico de Amadeus, el director se negó: “Vamos, Mark, nadie va a creer que Skywalker es Mozart”, le dijo.Le sugerimos: Adiós a la mujer que causó el escándalo del sigloCuando Hamill recibió el guion del Episodio VII (2015) quedó perplejo por su brevísima aparición, pero como confesó al diario The Times de Londres, “en la relación entre pago y tiempo en pantalla, es lo más lucrativo que he hecho en mi vida”. Para ponerse a punto para esta nueva saga se sometió a un régimen de dieta y ejercicios y perdió 57 libras. Su amiga entrañable, Carrie Fisher (Leia), debía someterse a una rutina similar, pero según relata Hamill le huía con la gracia y desparpajo que la caracterizó siempre, antes de morir en diciembre de 2016.Episodio VIII-Los últimos Jedi, la novena película de Star Wars (contando el spin off Rogue One) se estrenó el jueves en Colombia y tiene enloquecidos a críticos y fanáticos. Entre los muchos sucesos que tienen lugar en 152 minutos frenéticos, Skywalker regresa al centro de la acción, y tanto Hamill como Fisher ofrecen sus actuaciones más profundas. Los tráileres, maestros en confundir, sugieren que Luke entrenará a la joven que le sigue los pasos, Rey (interpretada por Daisy Ridley), pero sus frases paranoicas y oscuras dan a entender que sus malas experiencias con su escuela de jedis le dejaron profundas cicatrices.Le puede interesar: El conmovedor homenaje de Daniel Coronell a la mamá de Ilia CalderónPor eso, al antes sereno y poderoso Skywalker le asusta entrenar a la joven que abre grietas en el suelo. “He visto ese poder solo una vez antes, no me asustó entonces, pero sí me asusta ahora”, dice lleno de pánico. Pero ¿a quién se refiere Skywalker? Qué otro poder equipara el de Rey, ¿el del nuevo malvado, Snoke?, ¿el de Kylo Ren, hijo de Leia y Han Solo? “Los jedis deben terminar”, sentencia Skywalker, y concluye “esto no saldrá cómo esperas que salga”. La cinta responde estos interrogantes de una forma inesperada para la audiencia, explica las heridas del héroe y despide a Leia como lo merece. Ahí radica la magia de este nuevo ‘episodio’ que hace honor a la fama que lo precede y lo ubica como uno de los mejores, si no el mejor de toda la saga.Hamill da en el blanco cuando dice: “Los fanáticos quedarán tan sorprendidos como yo del rumbo que le dio el director, Rian Johnson. Mantuvo elementos que la gente espera, pero los llevó a lugares inesperados, no repetitivos. Me sacó de mi zona de confort, y fue genial”. Tanta incógnita genera lo que hará Skywalker que hace semanas un policía de tránsito le perdonó una multa por exceso de velocidad, pero a manera de advertencia le preguntó: “¿Realmente te vas al lado oscuro de la fuerza? Eso sería terrible”.En efecto, quien de niño disfrutó Star Wars, jamás lo olvida, y Hamill lo explica así: “Es un cuento de hadas, con humor. A diferencia de la ciencia ficción, que proyecta nuestro futuro a partir de lo que conocemos a la fecha, aquí tienes básicamente una princesa, un pirata, un granjero y un mago. Y los aspectos generacionales han sido muy gratificantes, ver a los ‘fans’ originales compartir su amor por la saga con sus niños”. El Episodio VIII cumple con esta promesa, con creces, y entre las reacciones que más se escuchan en la audiencia destacan las de niños y niñas anonadados.La era DisneyHicieron mucho dinero, pero la fanaticada recibió con tibieza los episodios I, II y III, los últimos que dirigió George Lucas, creador de la saga. Este tenía ideas para los episodios VII, VIII y XIX, pero dejó el control de su saga en manos de Disney. Este conglomerado mediático le compró en 2012 Lucasfilm, incluyendo los derechos de marketing que lo hicieron multimillonario, por 4.050 millones de dólares. Disney ya había adquirido Marvel por la misma cifra, y el jueves demostró que no tiene límites al desembolsillar 52.400 millones de dólares por la 21st Century Fox.Más allá del dinero, la década actual comenzó positivamente para la saga. En 2015, el director J. J. Abrams dirigió Episodio VII-El despertar de la fuerza, la primera Star Wars de Disney, bien recibida a pesar de repetir demasiadas ideas de Episodio IV (1977). Esto, pues también presentó a una nueva generación de personajes como Rey, la joven destinada a ser la nueva fuerza del bien contra el mal; y Kylo Ren, hijo de Han Solo y Leia, quien optó por la oscuridad. También presentó a Finn, un soldado del imperio que se rebela y se une a la resistencia; a Poe Dameron, piloto impetuoso de la resistencia; y a su ocurrente androide BB 8 que parece hecho para vender juguetes, pero deja una grata impresión.Le recomendamos: El multimillonario Mohammed Al Fayed señalado de acoso sexualSi bien está llena de fórmulas conocidas, la película permitió a Star Wars pasar de generación en generación sin perder su calidad de novelón intergaláctico. Episodio VII estrenada 32 años después del Episodio VI fue un éxito rotundo a varios niveles. Recaudó más de 2.000 millones de dólares en taquilla a nivel mundial, generó un fenómeno considerable de marketing y, lo importante para los verdaderos seguidores, sirvió para dejar atrás la memoria de la etapa más débil de la saga.Ahora, Episodio VIII, que dirige el osado Rian Johnson, recibe críticas increíbles, y es de esperarse que rompa récords en taquilla. Además, dejará la saga bien parada de cara a la inevitable entrega de Episodio XIX en dos años. Johnson, alabado por su gran trabajo, fue recompensado por Disney, y asumirá las riendas de una nueva trilogía con personajes distintos.Reseñas de ‘Fuerza’No suele suceder que una cinta con expectativas tan altas genere una reacción tan positiva entre los críticos. En el caso de Episodio VIII, la prensa ha alabado la cinta, a sus actores y a su director, Rian Johnson. Kevin Maher, crítico de cine del diario The Times, no se fue por las ramas al sentenciar: “Les tomó 40 años, pero al fin lo lograron: la mejor cinta de la saga ‘Star Wars’. Sí, así de simple. La novena cinta (incluyendo ‘Rogue One’) que dio inicio a la era de las superproducciones es un filme lleno de ingenio y maravilla, un espectáculo visual que se apoya frecuentemente en un devastador poder emocional”.George Lucas, que algo sabe del tema, había criticado la cinta de 2015 de Abrams, pero sobre esta dijo que había sido “construida de forma hermosa”. Por algo lo dice, los giros narrativos sorprenden y emocionan, la edición es ágil, el tiempo vuela y visualmente es un espectáculo.