El cantante mexicano Alejandro Fernández se presentó el martes, 21 de febrero, en el Festival de Viña del Mar e interpretó sus mejores éxitos como Me dediqué a perderte, Si tú supieras, Sé que te duele, entre otros.
Aunque para algunos fue un acierto cantar Mátalas, para otros asistentes no fue lo correcto, puesto que en Chile se vive el flagelo del feminicidio y la canción incitaba a tomar acciones negativas contra las mujeres. Pero esto no lo hizo el cantante por ofender, ya que a nivel mundial su canción es muy reconocida.
Este hecho trascendió tanto en las últimas semanas, que el compositor de la canción decidió cambiar su letra, pero no del todo. El autor, Manuel Eduardo Toscano, confirmó en entrevista a El País, que la nueva versión de esta canción elimina “lo fuerte”, aunque se mantiene la metáfora entre la muerte y el amor.
En ese sentido, se conoció el cambio puntual que se realizó. Si bien se conoce la letra original “Si quieres disfrutar de sus placeres, consigue una pistola si es que quieres, o cómprate una daga si prefieres y vuélvete asesino de mujeres”.
¿Cuál es el cambio? Así diría el nuevo verso: “Si quieres disfrutar de sus placeres, procura complacerle en los quereres, procura darle todo lo que quiere y vuélvete asesino de mujeres. Mátalas, con una sobredosis de ternura...”.
Tras el cambio, el autor señala que se cambió lo fuerte de la letra, el usar palabras como matar con cuchillo o pistola, pero intercede por la palabra matar, pues solo es una metáfora de amar. “Los compositores andamos siempre como un radar, buscando la palabra y la frase. Un día escuché que alguien dijo ‘te voy a matar de un apretón’. Pensé que había que hacer algo que hablase de matar en el sentido de dulzura, matar con caricias, y ahí se fue dando el tema”, dice para El País.
Las últimas horas de Vicente Fernández
En medio de una rueda de prensa del evento, el artista se sinceró y reveló los últimos momentos que pasó junto a su padre, el recordado Vicente Fernández. El cantante dijo que su progenitor ya llevaba muchos días intentando ganarle la batalla a la muerte y que “fue una agonía fuerte”.
“El hecho de que haya descansado nos dio mucha paz, porque la estaba pasando muy mal y duró mucho tiempo, duró como dos meses, entonces fue una agonía fuerte, dolorosa para nosotros”, sostuvo.
Alejandro también indicó que, aunque su padre estaba agonizando, vivieron un momento de lucidez con todos los integrantes de la familia y ese día lograron disfrutarlo para que quedara en el recuerdo como uno de los mejores.
“Al principio se extraña un poco, con el tiempo se extraña más y es difícil, o sea, cuando veía a mi padre lo veía con muchísimo cariño, nos veíamos con muchísimo amor, y bueno, se extraña mucho”, dijo.
Cabe resaltar que Alejandro Fernández comparte mensajes de amor y recuerdos de su padre. Uno de esos lo hizo junto a su madre, doña Cuquita. Él publicó un video en el que aparece su madre y cantan uno de los éxitos del Charro de Huentintán, Te lo juro por Dios.
Junto al clip, Alejandro Fernández escribió: “¡Feliz año! Te extrañamos, viejo, mi querido viejo… pensándote”.
Hace unas semanas trascendió en medios de comunicación en México y Estados Unidos que hay preocupación por el estado físico de doña Cuquita. La desaparición física de su adorado esposo ha causado estragos en ella, ya que sufre de una enfermedad gastrointestinal de la que habló su propio doctor de cabecera.
En el programa Al rojo vivo, el médico gastroenterólogo Gabriel Galván hizo algunas revelaciones y dijo que doña Cuquita ha tenido algunos problemas con el aparato digestivo.
“Alejandra (hija de Alejandro Fernández y su nieta) la trae cortita. Cuquita es muy de ‘estoy bien’ porque es bien fuerte, pero de verdad que sí le batalla poquito con su aparato digestivo”, reveló el médico Galván.
La mujer, quien estuvo casada con el cantante por casi seis décadas (desde el 27 de diciembre de 1963), ha estado rodeada de sus hijos y nietos que decidieron no dejarla sola, sabiendo que el choque emocional que enfrentó al perder a su amor es algo que no se puede afrontar en soledad.