Dentro de pocos días Camila de Cornualles cumplirá 70 años. Con motivo de su aniversario la esposa del príncipe Carlos de Inglaterra concedió una entrevista al diario Daily Mail en la que reveló lo duro que fue para ella convertirse en la amante del hijo de Isabel II cuando él todavía estaba casado con la princesa Diana y ella a su vez era esposa de Andrew Parker-Bowles.Camila Shand y el príncipe Carlos se conocieron en 1970 en un partido de Polo. Se gustaron desde ese primer momento y salieron durante unos meses hasta que el príncipe tuvo que marcharse para empezar su formación militar en la marina. Tres años más tarde, Camila se casó con Andrew Parker Bowles, un aristócrata y alcalde local que también era amigo de Carlos. Y en 1981 el príncipe le pidió la mano a Diana Spencer. Pero Camila y Carlos nunca se olvidaron.El escándalo comenzó con una conversación telefónica entre Camila y el príncipe Carlos filtrada a la prensa en 1992. Este descubrimiento confirmó las sospechas de la relación y con el manejo desbordado que hizo la prensa, Lady Di, aclamada por el pueblo británico y el mundo entero, se convirtió en la víctima de una traición amorosa, mientras que Camila era la villana y la culpable de las desgracias de un icono inglés.Cuando se descubrió su idilio, Camila pasó a ser reconocida en el mundo como la amante del príncipe. Era tal el asedio de los medios de comunicación que tuvo que pasar varias temporadas escondida en su casa: "No podía salir, era prisionera, es realmente una sensación horrible: no se lo deseo ni a mi peor enemigo (…) sobreviví gracias a mi familia, a mis hijos", aseguró.Puede leer: Príncipe Guillermo lamenta que Diana no conozca a su familiaPero incluso en el "peor periodo" de su vida, como le llama Camila, pudo ver la parte buena: "Cuando me vi obligada a quedarme en casa, aprendí a pintar y leí mucho. Son pasiones que ahora comparto con mi esposo". Además, la familia intentó tomarse con humor lo que pasaba. Su hijo Tom cuenta que usaban binoculares cada mañana para contar los paparazzi que estaban escondidos en los arbustos del jardín. “Los cazábamos por los rayos del sol en las lentes de las cámaras. En las épocas pico de interés había media docena escondidos fuera. Era algo perfectamente normal".Tom y Laura, hijos de su matrimonio con Andrew Parker-Bowles, nunca juzgaron a su madre. Ambos afirmaron que Camila ha sido "una madre excepcional". "Nunca nos crucificó por tener malas notas, por meternos en problemas ni nada de eso. Venía a Eton (la exclusiva escuela británica) y nos llevaba al McDonald‘s", recuerdan.La duquesa de Cornualles dice que otra de las cosas que le ha ayudado a superar los momentos difíciles de su vida ha sido su buen sentido del humor: "Tienes que reírte de ti misma porque si no, acabas dejándolo. A veces me digo: ‘¿Quién es esa mujer? No puedo ser yo‘. Y así es como sobrevives. También teniendo buenos amigos".Está disponible: Los graves problemas de salud del examante de la princesa DianaAhora la vida de Camila de Cornualles no es muy diferente de la de una mujer británica de su edad, excepto por los numerosos eventos oficiales (hasta 200 al año) a los que tiene que asistir con regularidad. Pero cuando llega a su casa de Wiltshire se quita los zapatos y ve series de televisión, como The Killing, que es una de sus favoritas, y se entretiene paseando a sus perros. También suele visitar a sus cinco nietos y a su amiga más cercana, que es su hermana Annabel.