Carl Hiaasen, el reconocido escritor del Miami Herald, escribió en su última columna para el periódico de la Florida, titulada With or without me, Florida will always be wonderfully, unrelentingly weird, una contundente advertencia acerca de la desintegración del periodismo local en Estados Unidos.

A lo largo de 35 años, el profesional, que se inició en el Herald como reportero en 1976 y comenzó a escribir su columna semanal para el periódico en 1985, hizo el cubrimiento de todo tipo de noticias: desde la corrupción de los poderosos de Miami, pasando por un escándalo en la capital del estado de Tallahassee, hasta la destrucción ambiental desenfrenada de los Everglades, un asunto que siempre le preocupó y denunció.

En su columna final para el Herald, Hiaasen se despachó sobre la crisis del periodismo local, en un momento en el que, según él, los periódicos estadounidenses cierran masivamente y los periodistas son despedidos con una regularidad deprimente”.

Ahora retirado, el estadounidense deja escrito cuánto le preocupa que la corrupción sea cada vez más fácil, “porque los periódicos y otros medios ya no cuentan con los suficientes reporteros para cubrir todas las reuniones clave del gobierno”.

A sus 68 años recién cumplidos, también se queja de la devastación ambiental: “Te despiertas un día y están arrasando más de ocho hectáreas de pinos al final de tu cuadra para construir un supermercado. Tus hijos preguntan qué está pasando y tú no puedes decirles, porque no tienes ni idea”.

Además de escribir sus opiniones, Hiaasen se fue convirtiendo en un célebre escritor, reconocido por sus novelas policíacas ambientadas en la Florida y que, según sus compañeros de The Guardian, tienen “una inclinación cómica oscura”, como la de su célebre Strip Tease escrita en 1993, que fue llevada al cine e hizo famosa a Demi Moore en 1996.

Antes de su retiro, este apasionado hombre de Fort Lauderdale, Florida, también recordó que la industria de las noticias locales en Estados Unidos ya presentaba un estado lamentable antes de la pandemia de la covid-19.

“Con el cierre de unos 1.800 periódicos entre 2004 y 2018, y el coronavirus, solo empeoró la crisis. Sin cobertura de noticias locales, las decisiones importantes pueden pasar desapercibidas y sin respuesta, con consecuencias devastadoras”, detalló.

Según Hiaasen, cuando el periodismo local se desvanece, las historias de la gente común no se publican hasta que es demasiado tarde: “La mayoría de los periódicos está agonizando y si mueren serán sus lectores quienes más pierdan”, lamenta.

Y es que según la escuela de periodismo de la Universidad de Carolina del Norte, los cierres y recortes en los periódicos antes del coronavirus significaban, por ejemplo, que las 1.800 comunidades que en 2004 tenían un medio de comunicación local, para 2019 ya no lo tenían.

Asimismo, desde la pandemia, decenas de periodistas fueron despedidos en todo el país, mientras que los ingresos por publicidad cayeron un 42 % en el segundo trimestre de 2020 en comparación con el año anterior, según el Pew Research Center, que brinda información sobre problemáticas, actitudes y tendencias de Estados Unidos y el mundo.

Lo denunciado por el columnista es realmente devastador: por lo menos 60 redacciones locales cerraron durante 2020, incluidas las del Orlando Sentinel, el Daily News de Nueva York y el Capital Gazette con sede en Annapolis.

En este último diario trabajaba el hermano de Hiaasen, Rob, quien fue uno de los cinco empleados asesinados a tiros por un pistolero en 2018.

“La familia de Rob y la mía estarán eternamente agradecidas con los cientos de ustedes que se acercaron a nosotros después de ese día desgarrador”, escribió Hiaasen en su columna final, que terminó con un homenaje al Miami Herald:

“Finalmente, y lo más importante, tengo que agradecer al Herald y su elenco de editores y reporteros talentosos y tenaces. Su excelente y sólido trabajo siempre facilitó mi trabajo”, escribió.

“Ahora alguien más puede venir y hacerlo mejor”, concluyó.