El samario Carlos Vives brilló la noche del jueves en la gala de los Latin Grammy, celebrada en el Michelob Ultra Arena del Mandalay Bay Resort and Casino de Las Vegas, que reunió a los más grandes exponentes de la música latina.
El colombiano se quedó con el gramófono a Mejor Álbum Tropical Contemporáneo por su trabajo discográfico Cumbiana II, la segunda parte de un disco que lo llevó a descubrir el origen –anfibio– de la cumbia colombiana y su conexión con el mundo prehispánico.
Tomando como base un primer volumen de este trabajo y que lleva el mismo nombre, el samario se dedicó a explorar el mestizaje de la música de su tierra. Con la producción, también, buscaba rendir tributo a tierras, ritmos y artistas muy apreciados por el cantante.
Vives lo llamó, en su momento, un viaje antropológico por las melodías que tejen la sonoridad musical de Colombia, para encontrar influencias de los colonizadores españoles y de la influencia del continente africano en la música, no solo de su país, sino de Latinoamérica entera.
“Cumbiana II me permite contar todo lo que pasó en ese territorio original. Cuando llega la Nueva Andalucía, la Castilla del Oro, que llega a España con sus tradiciones, con la religión, con su forma de vestir. Y de ahí tomamos muchos de esos elementos para nuestras cumbias. Y luego llega nuestra madre África, de diferentes vertientes y como todo empieza como a cruzarse, a unirse tambores venidos de África con tambores originales de América. Eso es lo que cuenta Cumbiana II”, explicó el colombiano a CNN.
De ahí que, al recibir el galardón, Vives no ahorrara palabras de agradecimiento para la tierra y los músicos que lo han nutrido en su larga carrera artística. “Quiero dedicar este premio muy especialmente a la tierra que amo, para quien trabajo, que nos ha dado todo, yo la llamo Cumbiana. Son las grandes ciénagas, nuestros grandes ríos y montañas de nuestra cultura anfibia de Colombia, que nos han dado lo mejor de nuestra música. Son nuestra tierra del olvido”, se le escuchó decir a un Vives emocionado.
“Mi gente de México, mi gente de Argentina y Suramérica, de Centroamérica. La tierra donde nacieron las cumbias, del río donde cuentan la historia nuestros vallenatos, del río Cesar, donde el jazz se unió con la cumbia y nacieron los porros. De allá venimos nosotros, ellos me han dado la música que he hecho durante muchos años y quiero ofrecer este Grammy por ellos, los quiero y ¡qué viva la ciénaga!”, fueron las palabras con las que cerró el artista luego de subir al escenario a recibir el galardón.
Minutos antes, el colombiano había recibido también el Latin Grammy a Mejor Canción Pop Rock junto al argentino Fito Páez por el tema Los años salvajes.
“Si me lo dieron (el Grammy) fue por Fito, seguro. Pero también por mi amor al rock argentino. Quiero repetir algo que dije hace unos días: a mí nunca me emocionaron Los Beatles, ¡perdón! Sé que debo ser un caso de estudio. Está bien, lo confieso, es que no me enseñaron ni inglés en mi casa. Pero tuve el rock argentino y lo agradezco porque me ha dejado muy bien educado”, comentó Carlos Vives al recibir el premio.
Y agradeció a Páez por “la oportunidad de haber cantando contigo. Te hemos adorado, te hemos amado toda la vida”.
A su turno, el autor de Mariposa Tecknicolor contó la historia detrás de esta colaboración: “Carlos me pasó una canción que era hermosa. Realmente tenía bastantes tips del rock argentino, lo único que tuve que hacer fue ponerle un poquito de malicia, que es lo que hacemos nosotros, y eso se transformó en una pieza muy parecida a una primera posible fusión entre una música del Caribe y un rock argentino. Lo que habla de que los puentes se están cruzando realmente”.