Dos días después de que Colombia dejara escapar el triunfo en la reciente final de la Copa América, por la mínima diferencia ante la selección de Argentina, siguen conociéndose reacciones en medio de la tusa futbolera que siente el país. Una de las figuras que se pronunció recientemente a través de sus redes fue el cantante Carlos Vives.
En su cuenta de X el samario compartió una sentida reflexión sobre lo que llamó “la cultura del fútbol” que se siente que se ha transformado y no precisamente para bien. “No soy el más experto en el fútbol, ni en las estadísticas, pero lo he jugado desde muy niño, en el colegio, en la universidad, con mis amigos. Para mí, el fútbol siempre fue fraternidad y era la mejor manera de hacer amigos. ¿En qué momento cambiamos la cultura del fútbol? El fútbol era la antítesis de la Torre de Babel, podíamos querernos y entendernos sin hablar la misma lengua”, dijo.
Vives, que solía jugar en el barrio Pescadito de su natal Santa Marta, junto a glorias de la Selección Colombia como El Pibe Valderrama, destaca que en otras épocas la gente podía abrazarse “de manera sincera con alguien que no conocía y sentir confianza porque el fútbol nos unía. Mis héroes de niño fueron casi todos del fútbol y nunca celebraron humillando al contrario. Nunca vi a mis amigos y a mi familia mostrarse arrogantes ante el triunfo; todo lo contrario, me enseñaron a sentir compasión por el perdedor”, aseguró el artista en clara alusión a lo hecho por varios jugadores argentinos como Rodrigo De Paul, centrocampista de la selección de Argentina.
El varias veces ganador del premio Grammy destaca que en las culturas orientales “el ganador lloraba con el perdedor, aplacando de esa manera el ego innecesario. Hemos deformado la cultura del fútbol para esconder nuestros complejos de inferioridad y la vida siempre te cobra la arrogancia y el desatino”.
Cuenta que, aunque no va tanta frecuencia a los estadios como desearía, siente “que se ha perdido la vida familiar en ellos y el espíritu de competencia muchas veces se degrada para convertirse en violencia; nada más lejano a la sensación de jugar, nada más lejano al concepto de juego, que deberíamos recuperar”.
Vives, en su mensaje, confiesa que le produce una inmensa ternura “ver a los hombres y mujeres de nuestra Selección Colombia. Ellos son la gente que representa el lugar que escogí para nacer y para vivir. No se merecen seguidores tan destemplados, ni representan este monstruo de cultura en la que hemos convertido el fútbol. El fútbol tiene un origen humilde y, cuando eso se pierde, ya no estamos hablando de fútbol”.