Roberto Cano supo ganarse el cariño del público colombiano con su innegable talento actoral. Su participación en diversos proyectos televisivos lo llevó al estrellato, y rápidamente se convirtió en un personaje muy querido y admirado por sus seguidores.
Con una carrera establecida en el mundo del espectáculo, el artista también se volvió tema de interés en los medios debido a ciertos aspectos de su vida privada que se hicieron públicos. Sus romances, relaciones personales y los roles que interpretó en la televisión captaron la atención y generaron comentarios entre el público, destacando al actor tanto por su realidad dentro como fuera de la pantalla.
Una de las historias más famosas del pasado de Roberto Cano está relacionada con Carolina Acevedo, con quien estuvo casado y llegó a tener una ilusión amorosa. El exparticipante de MasterChef Celebrity intentó conservar este vínculo, pese a los altibajos que fueron apareciendo en el camino.
A pesar de los esfuerzos, ambos tomaron la decisión de separarse y emprender caminos distintos, ya que el amor se había acabado entre ellos. Lo duro del asunto fue elegir dicho futuro, ya que habían construido una historia, comprando una vivienda para estar juntos.
Sin embargo, ante el desconocimiento de los curiosos, Carolina Acevedo quiso romper el silencio y hablar de su pasado con el actor, contando detalles que no había mencionado antes de forma pública. La protagonista de Nuevo rico, nuevo pobre fue contundente con sus palabras, indicando cómo le pidieron el divorcio y cómo pillaron un romance que tenía con otro hombre.
En charla con La sala de Laura Acuña, la actriz navegó en las razones que hubo cuando decidió casarse con su colega. “Me casé a los 20, he vivido rapidito. Estaba enamorada del personaje, de esa historia de amor, no sé en qué estaba pensando... Yo siempre me había querido casar, desde chiquita soñaba con estar vestida de blanco y un montón de invitados. Me casé porque quería salirme de mi casa”, relató.
Cuando recordó qué sucedió en este matrimonio, abrió su corazón y reveló que se había enamorado de un tercero, con quien luego tuvo un vínculo más fuerte. “Nunca he hablado de esto. Roberto se fue a La isla de los famosos y conocí a alguien, me enamoré... Lo estoy diciendo así. Me enamoré de ese personaje”, agregó.
Así le pidió Roberto Cano el divorcio a Carolina Acevedo
Según contó a Laura Acuña, Carolina Acevedo ya no sentía nada por su exesposo en aquel entonces, por lo que la pilló con mensajes de texto que intercambiaba con dicha persona. Él se percató de esta ‘infidelidad’ y le pidió que se separaran, sin ella poner objeción alguna.
“Cuando Roberto volvió de la isla, yo ya no sentía nada y él se dio cuenta. En esa época no había WhatsApp, eran mensajes de texto; yo no borré los mensajes de texto. Roberto agarró mi celular, imprimió todos los mensajes y me dijo: ‘Nos separamos’, y yo ‘Ok’, y así fue. Nos separamos, me devolvió a mis papás, pero vivimos juntos después de separarnos, un año, éramos roommates”, relató.
Lo curioso fue que los dos famosos convivieron en el mismo apartamento por un año después de terminar, ya que no tenían planes de irse del sitio que compraron entre ambos. Aunque su amor terminó, la amistad se fortaleció y lograron llevarse muy bien.
“No sé cómo llegamos a eso, compramos la casa entre los dos, no tenía para comprarle su parte y él no tenía para dónde irse, entonces nos quedamos conviviendo. Roberto es un caballero, se portó demasiado bien conmigo, pero yo la embarré años después cuando nos encontramos grabando Comando élite”, contó, señalando que le pidió disculpas por sus errores.
Es importante recordar que Roberto Cano habló de su separación en diálogo con Diva Rebeca, sincerándose sobre la tusa que sintió cuando todo llegó a su fin.
“Llevaba como un año y medio de casado. Se nos acabó el amor, pero bien. Las separaciones nunca son fáciles, eso es como una corrida de piso donde todo se desestabiliza y ya la relación con Carolina Acevedo un año después era como antes de ser novios, ya todo bien”, comentó.
“Soy de tusas muy intensas, las vivo con ganas y con todos los juguetes; me cuesta como trabajo desprenderme de lo construido, de los momentos, de los lugares comunes, de la familia, de eso es todo lo que termina uno armando una cosa que después es una pereza volver a empezar. Lo peor de terminar es volver a empezar”, concluyó.