En un nuevo capítulo de su pódcast Mi mundo, mis huellas, mi verdad, la presentadora Carolina Cruz recordó una de las relaciones sentimentales más tormentosas que vivió hace muchos años y de la que, según destacó, aprendió que “primero debo ser yo, antes que cualquier otra persona”.
Antes de revivir esta dura historia, la vallecaucana aclaró que ha compartido sus experiencias, pero nunca con el propósito de mostrarse como la víctima de las situaciones que ha enfrentado, sino porque abrir su corazón es conectar con las enseñanzas que le han dejado para ver el mundo, sus relaciones y su vida de una manera completamente distinta con el paso del tiempo.
“Y hablo de todas las relaciones, porque la gente inmediatamente cuando hablas de este tema piensa solo en el amor y siento que maduramos a lo largo de los años y a lo largo de la vida, en todas las relaciones, en las laborales, familiares, en las de amistad, y obviamente en las del amor. Ahora que soy mamá, pues seguramente en la relación que voy a tener a lo largo de la vida con mis hijos (…) Yo hoy no soy la misma de ayer”, comentó.
Con estas palabras, Carolina Cruz hizo énfasis en los aprendizajes que le han dejado todas sus vivencias, por lo que aseguró que para ella el objetivo de la vida es estar justamente en “una constante evolución y de mirar todo desde otro punto de vista, aprender de las situaciones”.
Posteriormente, la también modelo se refirió a la tomentosa relación que vivió, sin revelar la identidad del hombre con el que compartió durante aquellos años. “Tuve un novio, un hombre muy bello físicamente, un bacán, adorado, amoroso, queridísimo, pero tenía un grave problema y es que le gustaba el traguito”, comenzó contando.
Enseguida, Cruz mencionó que cuando este sujeto se pasaba de tragos, “hacía cosas muy poco chéveres” que repitió una y otra vez cuando salían a rumbear.
“La pasábamos delicioso, compartíamos con amigos y amigas; y si alguien se acercaba a saludarme, cuando estaba empezando la noche, era perfecto para él y no tenía ningún problema, pero cuando ya estaba entrado en traguitos y se me acercaba alguien, yo terminaba en urgencias de todas las clínicas porque se iba a golpes con cualquier persona”, reveló.
Pese a que con el paso del tiempo la reacción del hombre era un tema mucho más complejo de manejar, Carolina Cruz confesó que soportó su conducta porque “en ese momento era una mujer muy inmadura, que lo veía como el hombre de mi vida y la persona con quien yo quería casarme, tener hijos, crecer, escribir una historia de vida y tener una familia”.
No obstante, al recordar este episodio que vivió, la presentadora del matutino Día a día, de Caracol Televisión, afirmó que actualmente se da cuenta de que “no existen malas personas malas en la vida, sino personas que no son para ti”, o que llegan en el momento menos adecuado.
Sobre el motivo de su separación, Cruz señaló que “la gota que rebosó la copa” fue un día en el que se pasó tanto de tragos que la llamó de un celular de un amigo que tenían en común, y empezó a insultarla.
Horas más tarde se enteró de que había sido trasladado al hospital, porque “enloquecido” se había cortado un dedo de un pie. Al final, él mismo le confesó que su ira se desató cuando no la vio acostada en la cama de la habitación donde se encontraban, lo que la llevó a tomar la importante decisión de separarse.