Una de las figuras públicas más sonadas del momento en el mundo del espectáculo es la presentadora Carolina Soto, quien hace parte del equipo de trabajo del matutino Día a día, de Caracol Televisión, desde hace varios años, cautivando a los televidentes con su carisma, profesionalismo e ideas creativas para el hogar, así como en temas de moda, maquillaje e, incluso, relacionados con su labor como madre.
A lo largo de su trayectoria en la televisión, la comunicadora ha construido un fuerte vínculo con sus seguidores a través de las redes sociales, medio por el cual suele compartir parte de su cotidianidad, dejando en evidencia aquellos detalles de su vida personal que no aparecen en la pantalla chica, pero que hacen parte de sus rutinas.
Por esta razón, quienes siguen sus pasos en plataformas digitales como Instagram, son testigos de que Carolina tiene uno de los hogares más sólidos de la farándula colombiana, conformado por sus hijos Valentino y Violetta, su esposo Germán y sus mascotas Praga y Matilda, con quienes disfruta varios momentos de alegría, aprendizajes y mucho amor, que ha recordado en el marco de la celebración del Día de la Madre.
Sin embargo, no todo ha sido alegría en su hogar, ya que resulta imposible tener todo bajo control. Por esta razón, la caleña se sinceró sobre una dura experiencia que vivió con su hijo en diálogo con la revista Vea, cuya reciente portada se enfocó en rendirle un homenaje a esas mujeres valientes, amorosas y dedicadas, que luchan día a día por el bienestar de sus pequeños.
En la entrevista, la presentadora de 38 años recordó lo que ha sido uno de los más angustiantes momentos que ha vivido como mamá, en el que la vida de su hijo Valentino estuvo en riesgo.
¿Qué pasó con el hijo de Carolina Soto?
Según sus declaraciones, el pequeño, que cumplió 7 años en enero pasado, por poco pierde la vida luego de un accidente que sufrió en el colegio. “Con Valentino hay una historia que a mí me dejó marcada. Estaba jugando en el colegio con esas canicas y él se metió a la boca y se la tragó, se la comió, se le fue. Y yo estaba en mi casa arreglándome ya para irme al programa y me llamaron del colegio a decirme que se había tragado una canica”, recordó.
Enseguida, aseguró que, tras conocer la noticia, casi se “muere” del susto, pero por fortuna, “la canica siguió derecho, si no se ahoga y muere”. En medio de su angustia y desesperación por lo ocurrido, Carolina Soto contó que salió corriendo de su casa medio maquillada y con el cabello mojado para llevarlo a un hospital.
“Nos fuimos para la Santa Fe. Afortunadamente, la canica no se le quedó atascada. Le hicieron radiografía y la situación no pasó a mayores, pero pudo haber sido, pues, algo supergrave. Nos dijeron, teníamos que esperar 3 días a que la expulsara, de forma natural y había que revisar que saliera, de lo contrario había que llevarlo otra vez”, detalló.
A raíz de esto, tanto ella como su esposo, vivieron días de mucha preocupación por el niño hasta que, efectivamente, la canica salió de forma natural de su cuerpo a tiempo, para evitar que la extrajeran con cirugía.