Los problemas judiciales de Donald Trump no acaban con la ‘stripper’ Stormy Daniels ni con la periodista E. Jean Carroll, quien le acaba de ganar un juicio por violación.

Hay una tercera en juego, Carol McDougal, no muy conocida, es cierto, quien, si antes se mantuvo más bien en silencio, ahora no pierde oportunidad para contar intimidades de su romance con el magnate y expresidente estadounidense que tuvo lugar en 2006, cuando ya llevaba más de un año de casado con su actual esposa, Melania Trump.

Karen McDougal (Photo by Mark Sullivan/Getty Images) | Foto: Getty

Resulta que cuando Trump ya sonaba fuertemente para la Presidencia, el National Enquirer, el tabloide más temido de Estados Unidos, compró el silencio de McDougal por 150.000 dólares, los cuales son tomados por la justicia estadounidense como una donación ilegal a su campaña presidencial, lo cual podría valerle una nueva condena. Es por eso que la modelo está de nuevo en la palestra.

En su reciente diálogo con el Daily Mail de Londres, Karen se aseguró de establecer la diferencia entre ella, de una parte, y Daniels y Carroll, por la otra, y es que el expresidente nunca ha dicho nada malo de ella.

Ahí, como comentó el Mail, tiene un punto. Es bien conocida la lengua viperina del expresidente, que no conoce ninguna caballerosidad hacia las damas. Sin ir muy lejos, así se portó con sus rivales en los tribunales. A Daniels la llamó cara de caballo, mientras que a Carroll no la bajó de embustera. De McDougal, en cambio, no se le ha oído ningún improperio a pesar de que ella proclama a los cuatro vientos sus amores.

Cuando la periodista Barbara Mcmahon le hizo ver que él negó el romance, ella la corrigió. “Fue su gente la que lo hizo, pero él nunca lo ha negado. Un reportero le preguntó: ‘¿Tuvo usted un affaire con Karen McDougal?’ y todo lo que él dijo fue: ‘no he hecho nada malo’. Él sabe que digo la verdad”.

Acto seguido, insistió en hacer algunas aclaraciones, antes de responder otras preguntas.

Donald Trump regresa a Florida con Melania | Foto: 2021 Getty Images

Primero, “yo estaba enamorada de él y él lo estaba de mí. Lo sé porque me lo decía todo el tiempo. ‘Tú eres mi amor y te amo’. Me presentaba a sus amigos”.

Lo segundo que quiso dejar en claro fue que la relación se acabó porque ella así lo quiso, dado que se sentía culpable de estar con un hombre casado. Cree que esta explicación es necesaria para que la gente no siga viendo en ella a una mujer desalmada y sin conciencia.

Como dicen que un clavo saca a otro clavo, contó que por esos días apareció un hombre muy guapo “llamado Bruce”, que resultó ser Bruce Willis, que en este tiempo estaba sin compromiso.

La modelo, hoy de 52 años, nació en un hogar de la clase trabajadora en Míchigan. En principio, era maestra de preescolar, pero cuando se hizo la operación de aumento del busto (de 34B a 34D) se sintió con los suficientes atributos como para concursar en una competencia de trajes de baño, que ganó.

De ahí a ‘Playboy’ el salto fue mínimo. Fue la Playmate de diciembre de 1997, Playmate del año en 1998 y 2001. Los implantes que le dieron todo ese éxito se los quitó en 2016, por razones de salud.

A Trump, cuenta, lo conoció en una de las célebres fiestas de la casa Playboy, cuyo anfitrión solía ser Hugh Hefner, fundador de la revista y muy amigo del expresidente.

McDougal afirma que, esa noche, Trump iba tras ella como un perrito faldero, porque se enloqueció desde el primer momento. Cuando ella se iba, Trump le pidió a su escolta que le pidiera el teléfono.

A los pocos días la llamó y tuvieron su primera cita en el hotel Beverly Hills, toda una insignia de California, a la cual ella fue con un modelo de Cavalli.

E. Jean Carroll, center, walks out of Manhattan federal court, Tuesday, May 9, 2023, in New York. A jury has found Donald Trump liable for sexually abusing the advice columnist in 1996, awarding her $5 million in a judgment that could haunt the former president as he campaigns to regain the White House. (AP Photo/John Minchillo) | Foto: Copyright 2023 The Associated Press. All rights reserved.

Se sorprendió cuando el guardaespaldas de Trump no la condujo por la puerta principal, sino por una trasera. Comprendió que era por discreción.

“Estaba avergonzada porque sabía que él era un hombre casado, pero estaba fuera de mí. En ese momento yo era una chica diferente, quería divertirme, y no pensar mucho las cosas”, explicó.

Para no llamar la atención, no cenaron en el restaurante, sino en una habitación, donde hicieron el amor, tras lo cual Trump le ofreció dinero, a lo cual ella respondió con un “no soy esa clase de mujer”.

Trump se sintió mal por eso y le dijo que ella era diferente.

Desde entonces emprendieron una relación en la que él aprovechaba los viajes por sus propiedades para llevarla a escondidas. Una vez, incluso, fue capaz de llevarla al apartamento en la Trump Tower en Manhattan, donde vivía con Melania y su hijo Barron, quienes no estaban allí en ese momento. “Fue solo un tour, nada pasó, pero yo estaba loca por salir de ahí. Me sentía mal en la casa de otra mujer”, aseguró.

McDougal también cuenta que durante los días del idilio conoció a Eric, Donald Jr., e Ivanka, los hijos mayores del millonario.

Todos esos episodios, admitió, acrecentaron su culpa, y la llevaron a romper con su amante, so pretexto de que su madre estaba muy descontenta con la situación.

Dice no tener ya sentimientos por Trump y se ha vuelto un poco crítica de él. Tanto, que en las próximas elecciones no solo apoyará la campaña de Ron DeSantis, su más claro rival en la puja por la candidatura republicana, sino que quiere trabajar con él.

¿Y qué haría si se encontrara con Trump en la calle?, le preguntaron, a lo que contestó: “Le diría ‘hola’ y seguiría mi camino”.