En la noche del 9 de diciembre se realizó el segundo sorteo del reality Yo me llamo entre los cuatro mejores concursantes de la velada.
La competencia estuvo bastante reñida, ya que en la puja participaron algunos de los favoritos de la teleaudiencia como lo son Carlos Gardel, Bruno Mars y Bad Bunny.
El ganador de esta oportunidad fue el imitador de Bad Bunny, que fue elegido por los televidentes como el mejor de la noche y se llevó un premio de 15 millones de pesos.
Para su interpretación, el imitador tuvo que someterse a una clase express de japonés ya que la canción Yonaguni, del puertorriqueño, tiene una parte cantada en este idioma.
Durante los ensayos se pudo ver al imitador bastante confundido con lo que estaba aprendiendo. “Ni siquiera entiendo lo que me dicen, qué iba a escribir”, dijo en medio de las clases.
Sin embargo, en el momento de la interpretación en el escenario, fue elogiado por los jurados porque dijo exactamente lo que dice la canción.
Yeison Jiménez le dijo que parecía como si estuviera escuchando el disco en vivo, mientras que César Escola la aplaudió no solo por la voz y la interpretación sino también por todo el look, que fue muy similar al de su artista favorito.
Finalmente, Amparo Grisales le dijo que estaba sorprendida y que, a pesar de que nadie sabía lo que estaba diciendo, “se le oyó divino”.
Esto le bastó al artista para hacerse acreedor de un cheque de 15 millones de pesos. “Nunca me imaginé decir esto en la televisión nacional: tú estás haciendo que me guste la música de Bad Bunny”, le dijo Escola.
El imitador se mostró visiblemente emocionado y aseguró que este premio lo iba a compartir con su familia.
Hace una semana se le había entregado el premio de 10 millones de pesos al imitador de Leonardo Favio.
La difícil historia del imitador Bad Bunny
Durante la emisión del 25 de noviembre, el imitador de Bad Bunny no aguantó las lágrimas y rompió en llanto cuando les contó a los profesores de la escuela las dificultades familiares que ha tenido últimamente, producto de la necesidades económicas que padece.
“Vengo de Venezuela. Primero vine solo, pero después me tocó traer a mi hija y a mi esposa. Me duele no poder darles todo lo que necesitan, por eso me presente a este programa”, manifestó el concursante.
Camilo Cifuentes, quien hace parte de la escuela de Yo me llamo, aprovechó el momento para recomendarle al participante que utilizara ese dolor para crear mejor al personaje. Sin embargo, no tuvo una buena presentación.
Ante la floja actuación que realizó, Amparo Grisales le aconsejó que no llevara los problemas al escenario debido a que los artistas tienen que sobreponerse a todo eso y siempre brindarle al público el mejor espectáculo posible.
“Este es un lugar mágico donde tienes que dejar afuera tus problemas y te permite meterte en la piel de otra persona. Al final, esto es un juego”, concluyó César Escola, quien aseguró que esperaba más.
También vale la pena recordar que el artista ha tenido algunos encontrones con Amparo Grisales. Mientras el imitador interpretaba la canción Solo de mí, el público lo abucheó y la diva de televisión miraba sorprendida. Posteriormente, al terminar de cantar, los tres jurados decidieron eliminarlo del concurso sin dudar. “Tú eres un conejo remalito”, dijo Grisales con sarcasmo sobre su actuación.
Tras escuchar el “no” de los jurados, el imitador no mostró la mejor actitud y repitió en varias oportunidades: “Quién dijo que no puedo. Yo hago lo que me dé la gana”. Ante esto, Grisales le dijo: “Haga lo que le dé la gana”.
Segundos después, tras retirarse del escenario, la diva se acercó a Cesar Escola y afirmó: “De paso, nos mentó la madre”.