Luego de la jornada electoral que vivió Venezuela, el pasado domingo 28 de julio, varios artistas del vecino país han reaccionado para cuestionar lo que consideran un “fraude electoral” que le entregó a Nicolás Maduro un nuevo periodo presidencial de seis años, pese a que la evidencia de las actas de votación demuestra que el ganador de la jornada fue el candidato opositor Edmundo González.
Uno de los primeros en hacerlo fue el famoso cantante Ricardo Montaner, que a través de sus redes sociales compartió este mensaje: “Después del invierno, siempre llega la primavera”. Mientras que Lasso, otro destacado músico venezolano, se sumó a las críticas contra el fraude electoral e instó a sus seguidores a no permanecer en silencio y denunciar las irregularidades de las elecciones del domingo.
“Con calma, cordura y la convicción de que tenemos la verdad de nuestro lado no dejemos de exigir el respeto de nuestros derechos en total paz y rechazando cualquier conato de violencia”, escribió Lasso en su cuenta de Instagram.
A su turno, Nacho, conocido por su trayectoria con el dúo Chino & Nacho, también se pronunció sobre la situación e invitó a sus seguidores a luchar por una Venezuela “libre de corrupción y de manipulación”.
Por su parte, Lele Pons, influencer y cantante, se sumó a las protestas contra el fraude electoral en Venezuela. A través de Instagram, manifestó que los votos habían sido robados, reflejando la desconfianza y el enojo generalizado entre millones de venezolanos.
“Estamos cansados de represión, de muertes y de violencia”
Pero, uno de los artistas venezolanos más activos en las últimas horas ha sido el cantante de música urbana Danny Ocean, la voz detrás de éxitos como Me Rehúso. El cantante, que se vio obligado a salir de su país hace varios años como tantos compatriotas, debido a la difícil situación social y política, comentó en sus redes que estando “del otro lado del mundo”, buscó todas las maneras de ejercer su voto, “pero con la cantidad de trabas no me dejaron”, dijo.
“Hice todo lo que estaba en mis manos para poder mostrarle al mundo el sentimiento de muchos de nosotros. Así como mis colegas internacionales tienen el chance de cantar y llenar recintos en su país, mi sueño más grande es poder hacerlo en el mío. No lo he hecho porque cantar Me Rehúso en una Venezuela con casi 8 millones de venezolanos afuera, siento que es una falta de respeto para el universo. La voy a cantar cuando todos estemos listos para darnos ese beso de nuevo”, manifestó en un sentido mensaje.
“Sé que están cansados de temas políticos, pero esto ya es algo que va más allá y ustedes lo saben… esto ya se trata de la luz contra la oscuridad. Lo que se siente bien está bien y lo que se siente mal está mal, es así de sencillo”, manifestó el artista que ha plasmado en varias de sus canciones la dolorosa realidad de su país.
Y en las últimas horas hizo un llamado angustioso: “Les ruego a los familiares, esposas, madres, hijas e hijos que escuchan mi música y tienen a alguien en las Fuerzas Armadas o Policía, díganles por favor que estamos cansados de represión, de muertes y de violencia. Comuníquenles el dolor que vivimos todos. Ocho millones de familias rotas y si esto sigue así van ser otras millones de familias más que se van a romper. Por favor les ruego que hablen con sus familiares. Por favor que escuchen al pueblo. No queremos más venezolanos muertos, no queremos sumar más nombres a una lista hecha por nosotros mismos. Ya demasiado daño nos hemos hecho”.
En Instagram aseguró además: “Quieren desestabilizar, quieren meter miedo, sabemos que fue un fraude. (...) Les ruego a las Fuerzas Armadas, por favor los necesitamos”, escribió.
El artista venezolano lanzó el pasado viernes su más reciente videoclip, Escala en Panamá, que narra las dolorosas experiencias de varias personas en el proceso de regreso a Venezuela. Entre los protagonistas se encuentra una joven recién graduada de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador, quien, ilusionada, revela su título de profesora que había guardado con esperanza. Su pareja empaca rápidamente la ropa en una maleta, ambos preparándose para volver.