Darío Gómez fue uno de los más queridos cantantes en Colombia, no solamente por ser un intérprete de un género muy escuchado en el país, sino porque sus letras eran muy sentidas y han acompañado por décadas a miles de personas mientras atraviesan por rupturas amorosas o tusas.
Lamentablemente, el cantante falleció el pasado martes en las horas de la noche, luego de haber ingresado al hospital “sin signos vitales”, conforme afirmó la clínica en un comunicado. Además, de asegurar que al cantante, “se le realizaron maniobras avanzadas de resucitación cardiopulmonar sin que dieran resultados y finalmente se declara su muerte a las 7:31 p. m.”.
El país entero está de luto, y hasta el momento son varios los artistas que se han pronunciado al respecto, manifestando su dolor de manera pública, como Luis Alberto Posada, Arelys Henao, Francy, Rafael Santos, Marbelle; el presentador Iván Lalinde; el presidente Iván Duque, el expresidente Álvaro Uribe, e incluso desde el Ministerio de Cultura lamentaron la triste nueva.
Sin embargo, vale recordar la vida y obra del gran ‘Rey del Despecho’, quien recibió ese apodo, por el locutor Nelson Moreno Holguín, ya que mientras promocionaba uno de sus discos en 1992, lo anunció como Darío Gómez, el ‘Rey del Despecho’, y desde entonces lo utilizó para el resto de su carrera.
Pero antes de iniciar con la música a sus 16 años, cuando Darío era apenas un adolescente, trabajó recolectando café, como agricultor; además, laboró como mecánico y también fue obrero. Desde sus 14 años escribía versos, que luego se harían canciones.
En entrevista con El Espectador en mayo de 2016, afirmó: “Puedo decir que mi primera canción sentimental la compuse a los 16 años, cuando me fui a vivir a Medellín, y se llamaba ‘Casita vieja’, una composición para mi mamá, quien se quedaba en la montaña mientras me venía a estudiar”.
Así las cosas, en 1976 lanzó su primer disco titulado Navidad sin flores, que fue grabada mientras formaba parte de la agrupación Los Invisibles. En 1977 fungió como director artístico de Codiscos, y luego crearon, junto a su hermano Heriberto Gómez, la agrupación Los Legendarios, de la cual, nació la canción ‘Ángel perdido’, que fue inspirado en la muerte de su hermana Rosangela, el 31 de octubre de 1978.
Mas no fue sino hasta 1985 en que empezó su carrera como solista, interpretando el tema ‘Decídelo’, desde entonces, grandes éxitos como ‘Nadie es eterno’, ‘Daniela’, ‘La tirana’, ‘No puedo vivir sin ti’, ‘Entre comillas’, ‘Así se le canta al despecho’, ‘Respétame’, entre otros.
En el camino, Darío Gómez grabó canciones junto a grandes y reconocidos artistas como Pasabordo, Alfredo Gutiérrez, Arelys Henao, Jhonny Rivera, Jhon Álex Castaño, Yelsid, Andy Rivera, Giovanny Ayala, Joaquín Bedoya, Alzate.
Además, fue nominado a los Premios Nuestra Tierra en la categoría de artista popular del año en varias ocasiones, y en alguna entrevista, expresó que su mayor miedo era que su público dijera: ‘Ya no más, Darío Gómez’.
Así las cosas, ‘El Rey del Despecho’ sacó al público una canción que se hizo muy famosa, titulada ‘El día en que yo me muera’, cuya letra reza: “El día en que yo me muera, ¿pa’ qué tanto requisito? Si algunos sienten tristeza, que hagan un silencio bonito. Que en la caja de madera yo pueda dormir tranquilo”.
Asimismo, el cantante fue autor de la canción ‘Nadie es eterno en el mundo’, que habla de las despedidas. “Nadie es eterno en el mundo, ni teniendo un corazón. Que tanto siente y suspira por la vida y el amor. Todo lo acaban los años, dime ¿qué te llevas tú?. Si con el tiempo no queda ni la tumba, ni la cruz. Cuando ustedes me estén despidiendo. Con el último adiós de este mundo, no me lloren que nadie es eterno, nadie vuelve del sueño profundo“.