El juicio por difamación que enfrenta a Johnny Depp contra Amber Heard se ha convertido en un controvertido tema de debate en internet, donde se discute acaloradamente sobre la culpa y la inocencia de la expareja. Todavía no hay veredicto oficial, pero las redes ya parecen haber dictado sentencia. El proceso ha sido transmitido en directo por internet, por lo que muchas personas ya se han formado una opinión clara sobre los trapos sucios de Depp y Heard.
La cosa empezó en 2018, en mitad del movimiento #MeToo, cuando la actriz publicó un artículo de opinión en The Washington Post. Heard escribió sobre la violencia doméstica, que dijo haber sufrido en sus propias carnes. No mencionó el nombre de Johnny Depp, pero este se dio por aludido y denunció a su ex, en 2019, dándole la vuelta a la acusación, ya que afirmó que Heard le había calumniado y que él era la verdadera víctima de violencia doméstica. Ella, por su parte, reaccionó poniéndole una contrademanda, por lo que al final se trata de la palabra de uno contra la de la otra. Y hay millones de dólares en juego. El proceso ha entrado esta semana en su fase final y este 27 de mayo de 2022 habrá veredicto.
La “maldición de las cámaras”
Quien tenga curiosidad por conocer los intríngulis del proceso, puede seguirlo gratuitamente a través del canal de televisión por internet Court-TV. Mientras a algunos les parece una divertida pelea, para otros no es más que una farsa insoportable. Lucas Brost, experto alemán en legislación sobre medios de comunicación, dice que la clave del problema es la “maldición de las cámaras”. “Las imágenes permanecen, tanto la de Amber Heard llorando como la de Johnny Depp sonriendo. Eso es algo que provoca reacciones y emociones especiales en la gente”, dice Brost a DW.
Para el experto, ninguno de los dos contendientes se beneficia de este procedimiento judicial público, pero la transmisión en directo perjudica especialmente a Amber Heard. “El péndulo de la opinión pública está del lado de Johnny Depp”, observa, aunque reconoce que el juicio tampoco va a beneficiar la carrera del actor, “porque han salido a la luz detalles morbosos que quedan en la memoria de la gente”.
En las redes, circulan numerosos memes, parodias y videos que ridiculizan el proceso, y hacen surgir la sensación de que se trata de un espectáculo mediático, cuyo objetivo es el entretenimiento. Nicole Bedera, socióloga experta en violencia sexual, teme que el proceso pueda tener consecuencias trascendentales para las víctimas de violencia de género.
Sin piedad en las redes sociales
Según Bedera, los daños causados por los llamados influencers son inmensos: “Se benefician, la mayoría de las veces, del ‘efecto bola de nieve’ de los algoritmos. Eso puede despertar la sensación de que, si mucha gente apoya a Johnny Depp, la mayoría de los usuarios están de su parte. Y eso, antes siquiera de que Amber Heard haya podido decir nada”. La experta destaca que ya ha habido linchamientos digitales o shitstorms contra personas que se han puesto del lado de Amber Heard, y eso ha llevado a mucha gente a tener la sensación de que no pueden decir lo que piensan.
Entre las personas que se sienten intimidadas por ese tipo de campañas, se encuentran las víctimas de violencia de género, algunas de las cuales se identificaron con Amber Heard. Bedera teme, además, que el proceso pueda provocar que este tipo de víctimas se retraigan en el futuro a la hora de emprender acciones legales contra sus agresores, o que, incluso, callen totalmente sus vivencias traumáticas.
Atención mediática “única”
Pero, ¿por qué se pone más gente del lado de Johnny Depp? ¿Por qué la etiqueta #IStandWithAmberHeard tiene 8,6 millones en TikTok, mientras que la de #JusticeForJohnnyDepp ha conseguido unos 15,7 mil millones?
Según Bedera, en la opinión pública reina una cierta imagen de la “víctima perfecta”, que no se corresponde con las experiencias de una víctima de violencia sexual. Esta discrepancia conduciría hacia una mayor empatía con los hombres acusados de violencia sexual. “La filósofa Kate Manne llama a este fenómeno himpathy, es decir, una empatía extrema por los hombres frente a las mujeres, en este tipo de situaciones”, explica la socióloga Bedera y asegura que no le sorprende que la transmisión del proceso haya despertado más simpatías por Depp que por Heard.
“Con estos prejuicios, que quedan de manifiesto con la transmisión en vivo, casi siempre sale ganando el hombre, sobre todo si es el agresor”, asegura Bedera, que considera “única” la atención mediática que ha suscitado el caso. “Es atípico que existan etiquetas que se utilizan miles de millones de veces”, dice. Tanto la socióloga Bedera como el experto en legislación de medios Brost coinciden en que el tema no quedará cerrado cuando concluya el juicio, al menos socialmente, ya que los procesos que tratan de violencia y famosos suelen tener una gran repercusión. El caso Depp versus Heard, pronostica Bedera, “nos ocupará todavía largo tiempo”.