La muerte de la Gorda Fabiola, una de las humoristas más conocidas de la pantalla chica, ha conmovido a los colombianos y más a sus familiares, en especial a su esposo, el comediante Nelson Polanía, más conocido como Polilla.
La humorista, quien fue el pilar del popular programa Sábados felices, durante más de 40 años, dejó un vacío. Su partida inesperada dejó innumerables mensajes en redes sociales, pues sus seguidores y colegas aún están asimilando la partida de la mujer. Muchos recuerdos que dejó no solo para su familia, sino también para sus fans.
Cabe destacar que la pareja conformada por Polilla y la Gorda fue una de las más queridas y estables del mundo del espectáculo en Colombia, pues se casaron en más de una ocasión, consolidando un amor que resistió el paso del tiempo y las adversidades de la vida.
A través de redes sociales las personas han expresado su apoyo incondicional y su amor no solo para Polonía en estos momentos, sino también para la familia entera y fue así como el humorista decidió compartir una dolorosa publicación, pues por fin pudo recoger las cenizas de su gran amor y sentirla junto a él.
“Hoy recogí la cenizas de mi Gordita, pensé que mi alma estaba cansada de llorar y me equivoqué, no pude contener un mar de lágrimas cuando me entregaron ese pequeño cofre caoba que abracé fuertemente contra mi pecho porque sentí que después de muchos días la tenía junto a mi, volví a hablarle, a decirle que le cumplí lo que le prometí hace 28 años, estar a su lado hasta el final. Sí, le hablé porque es lo único material que me quedó de ella, ese pequeño cofre caoba”, dijo.
El comediante también expresó con el corazón roto: “Allí están las cenizas de su cuerpo, lo que somos físicamente, lo que vemos, porque lo intangible, lo que sentíamos mutuamente, ese sentimiento que no necesitaba muchas veces palabras sino una simple mirada, un gesto o un abrazo y en general todo lo que yo valoré en ella, esa alegría, esa felicidad que inspiraba a quienes la conocían”.
Para Polilla, su dolor es inconmensurable, pero también queda la certeza de que su amor trasciende lo terrenal, como él mismo lo expresó. Se percibe tristeza, pero también la gratitud de 28 años de amor y felicidad que compartieron, algo que quedará grabado en el corazón de quienes los conocían.
“Todo eso, no cabe ni en el cofre más grande del mundo. Te extraño mucho. mi amor”, finalizó escribiendo.
No cabe duda que Fabiola será recordada como una mujer valiente, que enfrentó con alegría y humor las adversidades que la vida le dio, incluidas sus complicaciones de salud; sin embargo, nunca dejó de compartir alegría con quienes la rodean.
Una luz inquebrantable y una sonrisa que iluminaba los rostros de sus seres queridos y de todos sus seguidores. Se apagó un gran ser humano, pero su legado permanecerá siempre en la memoria de todos los colombianos y en la de sus familiares.