Por primera vez, después de casi un año desde que salió a la luz la polémica de una ‘narcoavioneta’ que llevaba 446 kilogramos de cocaína en Providencia, la cual tendría relación con Miguel Jaramillo, esposo de Alejandra Azcárate, la pareja decidió hablar en televisión nacional.
En entrevista con el canal RCN, Jaramillo explicó que, contrario a lo que muchos colombianos creen, él no tiene ninguna clase de responsabilidad sobre la aeronave, pues nunca fue dueño de esta. “Es muy importante aclarar que ni fui ni he sido dueño de esa avioneta. El verdadero dueño se llama Fernando Escobar, quien en su momento era socio mío en la compañía Interandes”, indicó el empresario.
“Nos acostamos un domingo siendo un publicista y una artista, y amanecimos el lunes en la categoría de unos mafiosos. Todo pasó muy rápido, yo ni entendía lo que estaba sucediendo”, relató por su parte Azcárate.
La actriz, presentadora y humorista agregó que fue un momento muy duro, tal vez el peor de su vida, llevándola a un estado de tristeza que jamás había sentido.
“Me enceguecí y me derrumbé. Están en todo su derecho de ponerme en la categoría de una tonta y de una insulsa que dice sandeces, pero jamás en la de una delincuente”, añadió.
Sin embargo, después de varios meses de lo sucedido y de varios problemas, tanto personales como sociales y maritales, Alejandra manifestó que la vida ha continuado y que por ahora lo importante es seguir adelante intentando siempre demostrar la inocencia de su marido, en quien confía plenamente.
De hecho, la comediante mencionó que la risa ha vuelto a su vida, incluso disfrutando de las burlas que muchas personas hicieron de su frase: “vengo de recorrer los sótanos del infierno”, misma que dijo la primera vez que se manifestó en redes sociales luego de lo sucedido con la avioneta.
“Disfruté que se burlaran de ella, porque es que para eso es la desgracia, para uno tratar de sacarle punta, sino cómo haces para sobrevivir”, expresó.
Consecuencias físicas y mentales en la vida de Alejandra Azcárate
A inicios de este año, la famosa salió en un medio escrito (la revista Aló) hablando sobre esta situación y las consecuencias negativas que dejaron en su vida y en la de su pareja los ataques y acusaciones que, según ella, partían desde el desconocimiento y el odio de las personas.
“Me atacaron sin el menor conocimiento de los hechos, poniendo en tela de juicio mi honestidad”, dijo.
Igualmente, mencionó que fue tal la presión mediática, social y familiar, que incluso su salud, tanto mental como física, se vio comprometida en medio de todo este escándalo.
“Me enfermé física y mentalmente, no volví a hablar, mi alma se encogió”, añadió, asegurando que su estado de salud se veía cada vez más afectado, especialmente por el impacto que tuvo este hecho, no solo en ella y su esposo, sino incluso en sus padres.
No obstante, poco antes de finalizar el 2021, Azcárate apareció en un video en el que se le notó mucho más tranquila y en el que incluso agradeció lo ocurrido porque pudo dejar el miedo a un lado e iniciar una nueva vida.
“Nunca la había pasado tan mal y tan bien en un mismo periodo y el resultado ha sido la pérdida del miedo. Conocí la naturaleza del odio, lo recibí y también lo sentí desde el fondo de mi víscera (…) Quienes quisieron derrumbarme lo lograron y se los agradezco. De mi armadura poco queda porque la coraza con la que durante años me cubrí, la deshicieron a golpes”, afirmó en redes sociales.