La separación de la cantante Shakira y su expareja, el deportista Gerard Piqué, ha sido una de las más mediáticas y dramáticas del siglo, dadas las condiciones en las que se dio y todo el derrotero de dardos venenosos que se han tirado las luminarias internacionales mientras rehacen su vida ahora solteros, siendo el catalán el primero en volver a encontrar el amor en una joven española de 24 años, Clara Chía.
Fueron varios los asuntos que la expareja tuvo que arreglar a la hora de separarse y uno de los más importantes fue la custodia de sus dos hijos, Milan y Sasha, quienes finalmente terminaron viviendo con su madre en una mansión en Miami. La nueva ciudad desde donde Shakira ha reactivado su carrera artística ha mostrado una nueva faceta de diva pop soltera y ha recibido infinidad de beneficios, tanto musicales, como personales.
El que Shakira quedara con la custodia permanente de los niños no fue fácil, pues a ella le tocó ceder en varios asuntos y uno de ellos fue su gran mansión en ubicada en Esplugues Llobregat en Barcelona, donde vivió junto a exfutbolista la mayoría de años que estuvieron juntos, casi 11. Esto es uno de los caballitos de batalla que tiene la fiscalía española contra la cantante en el caso de evasión de impuestos que adelantan contra ella, cuyo juicio es el próximo 20 de noviembre.
Cabe recordar que el fisco español alega que la cantante evadió el pago de impuestos entre 2012 y 2014, tiempo en que supuestamente ella ya residía de forma permanente en España. Sin embargo, la diva latina alega que ella solo se asentó en tierras catalanas una vez nació su hijo menor en 2015. Esta pelea es una de las más duras que ha tenido que dar la colombiana en toda su vida como luminaria pública.
El caso es que Shakira tuvo que dejar que la propiedad ahora esté en manos de la empresa Inversiones BCN Two & Two SL, cuyo administrador es nada más y nada menos que Joan Piqué, el papá de Gerard, a quien la barranquillera le dedicó una polémica y fuerte frase en su reciente lanzamiento musical El jefe. “Dicen por ahí que no hay mal que más de cien años dura. Pero ahí sigue mi exsuegro, que no pisa sepultura”, son las palabras de la discordia que han generado un gran debate en las redes sociales.
Todo esto radica en el rumor que estuvo en boca de todos cuando Shakira finalmente salió de Barcelona para vivir de lleno en Miami. Se dice que fue el mismo Joan, amparado por su empresa, el que envió una carta a la artista exigiéndole que desalojara la propiedad que ya no estaba a nombre de ella, lo que precipitó la mudanza de la intérprete de Te dejo Madrid hacia tierras norteamericanas.
Aunque esta información nunca se confirmó, sí es claro que el dardo venenoso de la cantante en El jefe está muy relacionado con esta problemática. Ahora, sí se sabe que la mansión quedó en venta una vez el acuerdo de separación quedó firmado y hasta la fecha no ha llegado ningún comprador y ni un solo huésped a esta casona, que estaba conectada internamente con la residencia oficial de Joan y su esposa Montserrat Bernabéu, los papás de Piqué.
La mansión que era de Shakira y Piqué tiene unas dimensiones prodigiosas y está equipada con todas las comodidades pertinentes tal como reseña el diario ABC. Se extiende a lo largo de 3.800 metros cuadrados y tiene en su interior piscina, jardín, un cine en casa, pista de pádel, biblioteca, área de juegos y gimnasio, además de haber sido el epicentro del estudio musical principal de la artista y de cumplir muchas más funciones.
Queda esperar que los medios europeos informen cuando esta mansión tenga nuevo dueño y si en efecto todas las ganancias quedan a nombre de la empresa de Joan Piqué, pues al parecer están pidiendo 15 millones de euros por ella.