La industria televisiva sufrió un lamentable momento cuando Ramón Valdés, intérprete de Don Ramón en El Chavo del 8, falleció en 1988, cuando tenía 64 años de edad. La celebridad murió a causa de un cáncer de estómago que lo atacó y que terminó haciendo metástasis en su médula espinal.

La celebridad internacional fue sometido en 1985 a una compleja cirugía de estómago para intentar reducir el cáncer que le habían diagnosticado. Sin embargo, una vez hizo metástasis, los especialistas optaron por remitirlo a cuidados paliativos, pues había sido desahuciado médicamente.

Tras su partida de este mundo, Ramón Valdés fue recordado por millones de personas que siguieron disfrutando del programa creado por Chespirito durante unos cuantos años más. Su imagen quedó plasmada en cientos de capítulos, los cuales hicieron reír a un público internacional.

Don Ramón nunca más apareció en la producción mexicana, pero sí fue mencionado en ocasiones por otros personajes como la Chilindrina, el Chavo y el Señor Barriga. En su ausencia, varias historias paranormales rodearon su recuerdo y comenzaron a circular contenidos que demostrarían la presencia de su supuesto fantasma en el set de grabación.

De acuerdo con lo que fue registrado en un video de YouTube, en imágenes de uno de los capítulos se podría observar el supuesto fantasma de Ramón Valdés asomado por una ventana. Algunos curiosos señalaron que en este espacio se podía ver las facciones del actor, reflejado en uno de los ventanales de la vecindad donde vivía el personaje.

“Lo más siniestro ocurrió en plena grabación, la figura de Don ramón apareció repentinamente en el escenario, precisamente en una ventana justo cuando llegaba el Señor Barriga en su vehículo. El alma de Don ramón se negaba a irse de este mundo”, dice el narrador del contenido.

Por el momento se desconoce si esto es real o si solo se trató de especulaciones de los fanáticos.

Minuto 3:47

La última y misteriosa escena que grabó Ramón Valdés, ¿presagio de su muerte?

Luego de abandonar el proyecto creado por su amigo Chespirito, Ramón Valdés hizo parte del programa ¡Ah, qué Kiko!, donde compartió con su compañero Carlos Villagrán. Los dos retomaron sus personajes de El Chavo del 8, dándole una nueva trama a la unión entre el niño consentido y el deudor que buscaba trabajo para reunir dinero.

En esta ocasión, Don Ramón era el vendedor de una tienda de abarrotes y contaba con la ayuda de Kiko, quien ocasionaba toda clase de problemas y desdichas. La química entre los papeles se hizo evidente, despertando otra clase de humor y chistes que recordaban los pellizcos y travesuras que se hacían en la Vecindad.

Sin embargo, en su paso por esta idea, muchos se preguntaron cuál fue la última escena que desarrolló Valdés, teniendo en cuenta que ya le había sido diagnosticado el fuerte cáncer en su cuerpo.

De acuerdo con lo que reveló el propio Villagrán a los medios internacionales en aquel momento, la escena que rodó su colega fue una en la que particularmente estaba en un cementerio, con poca luz y una neblina que inundaba el fondo. El personaje camina hacia una reja y observa detenidamente lo que ocurre en aquel lugar, mientras luce una capa y un sombrero.

Al abrir la reja, el artista se pierde entre la niebla y desaparece por completo, por lo que muchos seguidores y fanáticos aseguran que era una premonición de su muerte. Es importante recordar que el mexicano grabó esta secuencia semanas antes de perder la vida por los daños que sufrió su cuerpo.

Villagrán, que fue clave en las grabaciones de El Chavo del 8 por muchos años, reveló en diferentes testimonios que durante las fechas en las que se rodaron estos capítulos, su amigo se veía más cansado, agotado y débil, por lo que tenían que detener las extensas jornadas de grabaciones.