Por años, han circulado fuertes rumores al respecto de que familias pobres de Camboya son engañadas por personas que se dedican a buscar bebés para luego venderlos. Tal habría sido el caso de Maddox, un niño del que Angelina se enamoró a su paso por ese país y a quien luego adoptó.
Esa fue una de las noticias más destacadas del jet set en 2002, cuando Angelina era una de las estrellas de Hollywood más famosas, no solo por éxitos como Lara Croft: Tomb Raider, sino además por su vida de excesos con las drogas. Pero, en ese momento, también, ella empezaba a consolidar su imagen como embajadora de buena voluntad de las Naciones Unidas, labor que, hasta hoy, ha enfocado especialmente hacia la infancia. Parecía, además, sentar cabeza y en ello ayudaba notablemente verla pasearse con su nuevo hijo, tanto en los eventos de Hollywood, como en los del trabajo solidario.
Pero, el final feliz se vio ensombrecido cuando Lauryn Galindo, dueña de la agencia a través de la cual Jolie realizó el proceso de adopción de Maddox, fue a la cárcel en 2004, acusada de falsificar documentos con el fin de obtener visas para niños que terminarían en hogares estadounidenses.
De inmediato, saltó el fantasma del tráfico de menores y la sospecha de que Maddox y su familia pudiesen haber sido víctimas de ese delito. El escándalo fue tan grave, que los gobiernos estadounidense y de otros países suspendieron las adopciones de niños de ese país asiático.
La respuesta de Angelina fue que no sabía nada de tráfico ilegal de niños y que tomó todas las precauciones para asegurarse de que Maddox era huérfano, pues nunca le robaría un hijo a nadie.
Nunca ha surgido evidencia que sugiera o compruebe que hubo algo turbio en la adopción del joven, hoy de 19 años y estudiante de la Yonsei University, en Seúl, Corea.
Sin embargo, ahora la joven realizadora Elizabeth Jacobs quiere volver sobre el tema en su documental The Stolen Children (Los niños robados), pues cree que toda la verdad sobre Camboya no ha sido dicha.
Jacobs, quien es estudiante de cine y mercadeo en la University of Massachusetts, se centrará en las actividades de Galindo. Ello porque le parece significativo que, entre 1997 y 2001, la mitad de las 1600 adopciones de niños de Camboya por parte de ciudadanos de Estados Unidos fueron tramitadas por Seattle International Adoptions, la agencia de ella.
En entrevista para The Sun, de Londres, declaró que le preocupa que las prácticas de Galindo fueran fraudulentas y sus sospechas están inspiradas en su propio caso, ya que Galindo también asesoró a sus padres adoptivos en el trámite. Solo hasta el año pasado, ellos revisaron con detenimiento los documentos del proceso y descubrieron discrepancias, en especial con respecto a sus verdaderos padres y su fecha de nacimiento.
Galindo le contó al tabloide inglés que Jacobs nunca la ha contactado para el documental, pero se sostiene en que no hubo nada ilegal ni en la adopción de Maddox ni de otros pequeños. Es más, se autodefine como una “campeona de los niños”, por todo lo que ha hecho para que muchos de ellos tengan un hogar.
En 2017 apareció Mounh Sarath, un trabajador social camboyano, quien argumentaba que se había hecho pasar por el padre biológico de Maddox en documentos legales, para agilizar el proceso de adopción, y que Angelina lo sabía. Eso tampoco ha sido comprobado.
En principio, Angelina adoptó a Maddox con su entonces esposo Billy Bob Thornton, de quien se divorció. Cuando ella formó una familia con Brad Pitt, él no solo adoptó al camboyano, sino también a Pax y Zahara, a quienes ella había adoptado también. Además, la pareja tuvo tres hijos biológicos, Shiloh, Vivienne y Knox.
Maddox fue muy mencionado cuando estalló el escándalo de divorcio de sus padres, pues una discusión con Brad Pitt, quien lo habría golpeado en un avión, llevó a la actriz a pedirle el divorcio.