Shakira no deja de generar noticias a diario desde que ella y Gerard Piqué rompieron cobijas. Como en una telenovela, cada día viene con un nuevo episodio, desde los cuernos que él le puso con Clara Chía, la borrachera de esta última, el lío por la custodia de sus hijos y el traslado de la colombiana a Miami hasta los aparentes coqueteos de ella con Tom Cruise y Lewis Hamilton. No faltan los “testigos privilegiados” que cuentan nuevos datos sobre su relación, o los “adivinos” de mensajes velados que la diva y el futbolista se siguen mandando en canciones, gestos, atuendos, en fin.
La prensa rosa está feliz con esta historia de alto perfil y, como se hace en las series de Netflix, son muy convenientes los flashbacks para poner a la audiencia en antecedentes. Un “recorderis” necesario para entender la vida sentimental de Shakira se remonta a los años 90, cuando su carrera apenas empezaba a despuntar en el panorama, pero no se presagiaba su arrolladora fama actual en todo el planeta.
En Colombia, eso sí, ya era todo un ídolo en 1997, gracias a Pies descalzos, cuando no tardó en saltar a la prensa el escándalo de su relación con el actor puertorriqueño Osvaldo Ríos, radicado en el país porque actuaba en telenovelas populares de la época como La viuda de blanco.
La polémica se encendió desde el principio porque ella tenía 20 años y él, 37. “Fui el primerito”, comentó el actor hace poco en el reality show La casa de los famosos, de Televisa.
En esos días, también se supo que esa diferencia considerable de edad era la principal causa por la que los padres de la talentosa debutante, William Mebarak y Nidia Ripoll, no estuvieran de acuerdo con la relación.
Mientras que Shakira animaba con su música las rumbas de los jóvenes colombianos, la prensa del corazón afirmaba que no todo era color de rosa en los amores con su galán, quien también participó en la telenovela Rauzán.
Las recientes declaraciones de Ríos en La casa de los famosos, les dan un poco la razón a los chismes de esa época. Por un lado, aseguró que sus intenciones con la cantante eran serias: “Ahí fue formal, de papá, mamá, mira la casa, acompañado por el hermano Tonino (de Shakira), con quien todavía seguimos siendo amigos... Teníamos planes de casarnos y todo, habíamos visto casa”.
Pero también reconoció que no era el mejor de los novios. “En esa época yo no era ni leal ni fiel. Estar con una y otra te distrae, te desenfoca, nadie me quita lo bailado, pero, o te aplomas o la vida te pasa factura también”, expresó, en palabras que dan para concluir que Piqué no fue el primero que engañó a Shakira con otra.
Pero el rumor más truculento que corría era que él le pegaba. No obstante, esta versión nunca fue comprobada, pero tampoco refutada. Años más tarde, eso sí, esa historia volvió a la palestra por otro drama pasional en que Ríos volvió a las noticias de primera plana.
En 2004, el actor fue condenado a pagar tres meses de prisión por haber agredido física y emocionalmente a su novia, Daisy Annette Santiago, en 1996, es decir un año antes de su relación con la colombiana.
El episodio, como era de esperarse, salió a la luz en La casa de los famosos, durante una charla que él sostuvo con otras dos participantes del reality, Niurka y Daniella Navarro. Ríos explicó que no solo fue a la cárcel, sino que tuvo que someterse a una terapia de control de la ira. A los 61 años, dice estar arrepentido de lo que hizo.
Sobre la ruptura con Shakira, tras un año de estar juntos, explicó que lo mejor fue dejarla volar, pues era lo que ella necesitaba. En efecto, así lo ha hecho y de qué manera.