Jesús Hernán Orjuela es el nombre del reconocido padre Chucho, a quien se le vio por primera vez en televisión en el formato Muy buenos días, dirigido por Jota Mario Valencia, y también dirigiendo las misas de los domingos del Canal RCN.
Con el paso del tiempo, el padre se fue apartando de la industria televisiva para dedicarse a sus feligreses y a compartir la palabra de Dios. Cabe resaltar que organizaba viajes para visitar la tierra santa y en el más reciente que hizo a Israel quedó atrapado con más de 95 creyentes cuando explotó la guerra entre Israel y Hamás.
Sin embargo, Jesús Hernán Orjuela contó que antes de tener el reconocimiento del que goza ahora y de entrar a la vida religiosa, tenía novia. “Había dos niñas que eran gemelas. Una era la novia de mi hermano y la otra era la mía. A veces las confundía”, recordó en una entrevista con El ventilador.
En esa entrevista dio a conocer que llegó a sentir mucho amor por esa mujer y que tuvo que tomar una de las decisiones más importantes de su vida: seguir con su vida espiritual o salirse y luchar por ella. Pero el padre Chucho indicó que, aunque fue duro y le hizo algunas canciones para despedirse, optó por seguir en el sacerdocio.
“Cuando iba terminando mis estudios en Filosofía, en el seminario, ella apareció y como que el corazoncito empezó a palpitar. Ahí le dije al rector: ‘Hay una persona, la quiero, tal vez estoy enamorado y quiero dejar el seminario’”, indicó en el diálogo.
Y aunque esperaba que lo expulsaran cuando decidió contar lo que estaba sintiendo, por el contrario, sus profesores y demás guías le indicaron que lo apoyarían y que continuara en el camino que ya llevaba para convertirse en sacerdote.
Fue en ese momento que se dio cuenta de que él quería tener una familia y que muchos le decían que por su deseo de estar con alguien podría llegar a ser un buen papá. Sin embargo, él prefirió tomar otro rumbo y al finalizar con sus clases de Filosofía tuvo que empezar las de Teología, que eran mucho más largas y un paso más para llegar a convertirse en el que hoy conocen la mayoría de los colombianos como el padre Chucho.
Aunque el sacerdote no dijo quién era la mujer de la que se había enamorado, ni tampoco dio detalles de su nombre, sí se conoció que cuando él tomó la decisión de no seguir con su noviazgo, para ella fue muy doloroso y por eso se fue del país.
“Su familia y ella se fueron a México. Tuvieron una situación un poco difícil y nunca más volví a saber de ella”, indicó, y dejó claro que sí la recuerda con mucho cariño.
El padre Chucho también confesó que en medio de sus misiones, hubo una en la que pasó algo con una mujer, pero que esa situación nunca trascendió.
Lo que ha dejado en claro es que le gustaría formar una familia, pero que debido a su decisión optó por ser muy cariñoso y complaciente con sus sobrinos. Tema que algunas personas han malinterpretado asegurando que el padre tiene hijos, pero él mismo ha aclarado que no es así.
“A mí me ven con mi hermana y ella es mi amante. Si me ven con mi hermano, es mi amante”, comentó, recordando con gracia lo que sus familiares escucharon sobre él en público.
El sacerdote fue claro en que su corazón se dividía en dos mujeres, pues dos integrantes de su familia habían flechado su cariño y respeto. Se trata de su mamá y su sobrina nieta María José.
“Dios me regaló a mí una princesa que es la hija de mi sobrina mayor. La nieta de mi hermano y mi cuñada. Es mi nietecita María José. Ella es la que alegra mi vida y me da la estabilidad de poder manejar todos esos sentimientos y no ser solo y amargado”, comentó.