Shawn Southwick quedó en blanco cuando los reporteros empezaron a llamarla para preguntarle sobre la demanda de divorcio que le puso Larry King, el reconocido presentador, en una corte de Los Ángeles. Ni su esposo ni sus abogados le habían notificado la decisión, aunque tampoco debió extrañarle mucho porque llevaban años odiándose acérrimamente.  Según publicaciones como Page Six, magazín del New York Post, hace tres años que su familia, en especial sus hijos mayores, Chaia y Larry Jr., fruto de otras relaciones de King, le venían insistiendo que dejara a Shawn, quien sin ningún miramiento iba de cama en cama con otros hombres.

Por esos días de 2016, llevaba un año acostándose con Richard Greene, un gurú de técnicas para hablar en público, entre cuyos clientes se contaron personajes como Diana de Gales y Will Smith.  Héctor Penate, actor y entrenador de béisbol de uno de los hijos de la pareja, le confirmó a TMZ.com que él fue otro de esos amantes y que a menudo ella le decía lo mucho que deseaba que su esposo desapareciera. “No te preocupes, él se va a morir pronto”, pronosticaba Shawn. “Tuvimos sexo en la cama de Larry muchas veces. Yo me sentía como en mi casa”, reveló Penate. 

Larry Jr. y Chaia (izquierda), hijos mayores de Larry, presionaron a su padre para que dejara a su esposa. En la foto, de 2005, aparecen también Chance y Cannon, fruto del matrimonio de King con Shawn. Una fuente cercana al entorno de Larry le contó al Post que él estuvo muchas veces resuelto a divorciarse, pero se arrepentía a último momento. El detonante que lo llevó a dar el paso fue un episodio reciente, cuando él estuvo a punto de morir.

Un día, de acuerdo también con TMZ.com, estando King aún en cama, ella le pidió que “ajustara” su testamento y él casi firma unos documentos en los que ella quedaba con una herencia mayor a la de Chance y Cannon, los dos hijos que tienen juntos. En ese momento comprendió que él nunca le importó a ella y le ordenó a sus abogados iniciar la separación legal. Los informantes del Post también sostienen que, a sus 85 años, luego de pasar por la extirpación de un tumor en un pulmón y de sufrir graves afecciones cardíacas, él sabe que su fin se acerca y no quiere fallecer casado con Shawn ni que esté a su lado en ese momento. Tampoco desea que, en calidad de esposa, herede dinero de la fortuna de alrededor de 150 millones de dólares que amasó como uno de los periodistas más vistos y respetados de la televisión mundial. La noticia aparenta darles la razón a viejas especulaciones de que la actriz y presentadora se casó por el dinero, hace 22 años. En ese momento tenía 37 y lucía tan despampanante como para preferir a un contemporáneo, mientras que King contaba 63 y ya presentaba varios problemas serios de salud. También resultó muy diciente que la boda tuviera lugar en la habitación de hospital donde él iba a ser operado del corazón tres días más tarde. 

Con la conejita Playboy Alene Akins (izquierda), la tercera de sus siete esposas, se casó dos veces, en 1961 y 1969. La profesora de matemáticas y asistentede producción Sharon Lepore (centro) fue su esposa de 1976 a 1983. A Julie Alexander (derecha) le propuso matrimonioen la primera cita, pero unca vivieron en la misma ciudad y se divorciaron en 1992. Pero, en honor a la verdad, Larry no es el único corneado en esta historia. Él mismo reconoció públicamente que tuvo un romance con Shannon Engemann, la hermana de Shawn. “Fue puro flirteo, nunca le hice el amor”, aclaró el legendario presentador en una entrevista.

Empero, la versión de su cuñada es muy distinta: “Tuve sexo con Larry y él me compró un auto carísimo”, le contó a una amiga, refiriéndose al Mercedes-Benz de 160.000 dólares que puso en evidencia el embrollo. Este desastroso matrimonio fue el octavo de Larry e, irónicamente, el único que le duró una cifra de dos dígitos. En los medios del espectáculo estadounidense se comenta que no puede vivir sin estar casado y eso lo ha llevado a tomar decisiones a la ligera de las que se arrepiente.

Su primera unión, con Freda Miller, a los 19, no llegó al año. Con Alene Akins, la relación fue tan conflictiva y apasionada, que se casaron dos veces. A Julie Alexander le propuso matrimonio en la primera cita y vivieron en ciudades distintas los escasos tres años que fueron esposos. A Deanna Lund le dio el anillo de compromiso a las cinco semanas de conocerla, pero en últimas no hubo boda. * Este artículo hace parte de la última edición de la revista Jet Set. Puede leer otros aquí.