La escena de Diana de Gales bailando You Should be Dancing con John Travolta es inolvidable: ella, con un vestido azul de terciopelo y él, de corbatín, muestran sus dotes en la pista durante una cena en la Casa Blanca organizada por el presidente Ronald Reagan. El episodio quedó grabado en la mente de los estadounidenses y casi 30 años después sigue generando la misma fascinación. Al menos, eso quedó demostrado la semana pasada cuando alguien pagó 360.000 dólares por el emblemático traje que la princesa lució aquella noche. Esa fue la pieza más cara de la jornada en la que se subastaron otros diez vestidos que Lady Di usó en sus visitas oficiales por el mundo, incluido el rosado que llevaba la primera vez que apareció en público luego de divorciarse del príncipe Carlos. La casa de subastas recaudó en total 1 millón de dólares.