Recientemente, la actriz británica Elizabeth Hurley declaró que se arrepiente de haber lucido el atrevido vestido Versace en la premier de la película Cuatro bodas y un funeral (1994), pues tal vez “podría haber trabajado en el teatro y convertirme en una actriz mucho más digna”. El escotadísimo modelo negro, con enormes alfileres dorados para cerrar sus seductoras aberturas, le robó el protagonismo a Hugh Grant y lanzó al estrellato a Hurley que pese a esto no brilló por su carrera actoral. Ese fue el primero de varios vestidos de la casa de moda italiana que usaron celebridades a las que muchos recuerdan por “ese vestido de Versace”. Tal es el caso del rojo que usó Cindy Crawford en los Premios Óscar de 1991, el verde transparente de Jennifer López que no dejó mucho a la imaginación en los Grammy de 2000, el negro de gran abertura que reveló casi toda la pierna derecha de Angelina Jolie en la gala de los Óscar de 2012, o el atrevido azul que lució la joven cantante Selena Gómez en los Video Music Awards de MTV en 2013. Diseños de alta costura vanguardistas, refinados, sensuales e inolvidables que marcaron un hito en la historia de la moda y el mundo del entretenimiento.