Si hay una artista en la industria musical estadounidense que ha roto con estereotipos forzados de belleza durante su carrera es Pink, quien desde sus inicios, en los 90, se postuló como la “anti diva” con atuendos punkeros, looks histriónicos y canciones desgarradoras que le cantaban a los que se sentían “fuera del sistema”.

Durante sus casi 30 años de trayectoria, Pink se ha mostrado como ha querido, sin seguir estereotipos estético de ninguna manera. Su look de pelo corto “rapado” y sus atuendos rockeros y góticos siguen siendo su marca personal y ella lo sabe, pues los usa para enviar un mensaje de inclusión a las nuevas generaciones.

Por eso es tan sorprendente que publique en su cuenta de Instagram una imagen en bikini tomando el sol, donde se le puede ver su cuerpo sexy y atlético a la orilla de una piscina en México, donde la cantante está disfrutando de unas merecidas vacaciones.

“México me da sed”, escribió la intérprete de “True love” en su publicación, que ya cuenta con más de 462 mil likes y comentarios que exaltan el cuerpo trabajado y ejercitado que muestra con orgullo a sus 43 años de edad.

Al parecer ese era el objetivo de la cantante, mostrar los avances de su cuerpo luego de una extensa rutina de ejercicios y una dieta vegana súper cuidada para mantenerse en forma, pues sus conciertos se caracterizan por ser aeróbicos y llenos de malabares.

Pink tiene varios segmentos en sus shows donde canta y baila suspendida en el aire por un mecanismo de arneses y poleas, que la llevan de lado a lado sobre su público, recorriendo canchas de estadios de polo a polo mientras contorsiona su cuerpo al son de sus mejores éxitos.

Dichas prácticas aéreas le exigen a Pink mantener un estado físico prodigioso, pues sacar su voz en la nota precisa mientras está boca abajo sobre miles de fanáticos es una proeza que pocos cantantes de la industria han logrado, como Lady Gaga.

De hecho, en la publicación de Pink aparece la etiqueta de Jeanette Jenkins, una de las entrenadoras de estrella más cotizadas de la industria musical y de Hollywood, acompañada de hashtags como “#thirsttrap, #stronglikebul,l #hollywoodtrainer, #workhardplayhard, #fortiesandfabulous, #tourreadyalways, que hacen referencia a dichos en inglés de entrenamiento físico.

La misma Jenkins comentó el post de la creadora de “What about us” diciendo: “¡Oh espera! ¡Me acabo de dar cuenta de que me has etiquetado! ¡Eres tan impresionante! ¡Eso fue tan amable! ¡Muy agradecida de trabajar contigo durante tantos años! ¡Muchas gracias por saludar a nuestros entrenamientos! ¡Te amo!”.

Esta candente foto de Pink viene luego de que la misma cantante publicara un video promocional de lo que será el videoclip de su nueva canción, “Never gonna not dance again”, donde se ve a la artista ensayando una coreografía en patines de cuatro ruedas, muy al estilo setentero pero conservando su esencia musical.

La canción tiene una influencia muy marcada de la música disco y su baile lo corrobora, con una letra que hace alusión a nunca dejarse llevar por los malos momentos que le impidan a sus fanáticos “dejar de bailar” y gozar la vida. Dicho sencillo estará disponible para el público el próximo 4 de noviembre.

Esta letra va muy de la mano con las líricas que siempre ha escrito Pink, donde intenta enviar mensajes de inclusión, de respeto a la diferencia, de empoderamiento de minorías y hasta rechazo al maltrato animal, la sexualización malintencionada de la mujer y el bullying.

Esta última problemática estaba afectando a sus propios hijos, asunto que animó a la cantante a realizar un emotivo discurso sobre el tema en la gala de los MTV VMAs 2017, donde recibió el Michael Jackson Video Vanguard Award, por su activismo.