Amparo Grisales se siente feliz. Caracol Televisión, que esta semana presentó ante la prensa sus nuevas apuestas para la programación que tendrá en 2023, llevará a los hogares colombianos una nueva temporada de ‘Yo me llamo’, el programa de imitación musical que busca al doble perfecto, un formato que se estrenó en el país hace más de una década, en 2011.
Frentera y sin pelos en la lengua, como es su estilo, la Diva de los Colombianos confesó cuáles han sido sus imitadores favoritos a lo largo de las ocho temporadas que completa esta producción, y ‘saca pecho’ de los triunfos que sus pupilos siguen cosechando cuando abandonan el programa, muchos de los cuales no llegaron a la final o no ganaron, “como me hubiera gustado, pero bueno, es que acá gana es el que le gusta a la gente”.
La actriz manizalita, que compartirá de nuevo la mesa de jurados junto al compositor y director musical César Escola, habló también con SEMANA sobre los recuerdos que conserva de sus días como cantante, cuando debutó con su álbum ‘Seducción’, en 1993, y le llovieron críticas “y me decían que no cantaba”.
¿Qué viene para esta nueva temporada de ‘Yo me llamo’?
Vienen personajes nuevos. Primero se hace un sondeo para saber si aún podemos tener personajes nuevos en el programa. Y hay muchos géneros, nuevas generaciones por explorar todavía. Pero lo lindo de ‘Yo me llamo’ es que llegan personas jóvenes interpretando a cantantes de la vieja guardia, y dicen “qué linda música la que había antes, los boleros y demás”, y también, como la gente ve el programa reunida en familia, la abuelita se pone al día con los nuevos géneros. Este programa sirve de encuentro para géneros y generaciones.
¿Después de tantas temporadas, qué tan fácil es hacer erizar a Amparo Grisales?
¡Difícil! Cada vez la erizada me cuesta más trabajo porque hay más exigencia y experiencia. Al comienzo de las temporadas, la gente dice “Ese no se parece al personaje”. Pero lo lindo de ‘Yo me llamo’ es que hay una escuela detrás, que acá se les da una guía, y que la exigencia es dura porque acá los queremos ver perfectos física y vocalmente y en la actitud. Y de eso viven después todos esos participantes, que van a muchos eventos donde los contratan dentro y fuera de Colombia. Son muy bonitas las carreras que hemos visto salir de ‘Yo me llamo’.
¿De todos esos participantes que han pasado por el programa, cuáles se quedaron en su corazón?
Tengo muchos que se han quedado en el corazón y que hubiera querido que ganaran por su evolución, precisamente. Nino Bravo, el Maluma de la última temporada, que me pareció maravilloso. Leonardo Fabio, que se fue con los bolsillos llenos, porque la gente lo adoraba. La Rocío Durcal de la temporada tres, que las ves ahora y perfeccionó su caminado y cantar; y el Juan Gabriel de la segunda temporada, que es maravilloso. El Marc Anthony también está mejor que nunca.
¿Disfruta ese personaje que se ha creado alrededor tuyo de ser el jurado rudo y ‘cuchilla’ de ‘Yo me llamo’?
Me parece muy simpático, porque yo no soy así en la vida real, no soy ruda, soy más bien frentera y sincera. No soy de medias tintas. No puedo llegar y decir: “Eres muy lindo, pero desafinaste”. ¡No! Yo creo que se confía más en una persona que es sincera, que una que se va por las medias tintas. Prefiero que me digan las cosas sin ofender para poder mejorar. Y soy estricta con los concursantes, porque conmigo misma he sido estricta y perfeccionista, estudio muchísimo cada personaje, y me gusta que siempre esté todo más allá de lo mejor.
¿Quién se aguanta a quién: Amparo Grisales a César Escola o César Escola a Amparo Grisales?
¡Yo lo aguanto a él! Es más divo que yo, que es eso ya es mucho decir…. Nos adoramos y a veces en el programa con la sola mirada nos adivinamos el pensamiento. Tenemos una gran conexión y aprendo mucho de él.
¿Alguna vez veremos a Amparo Grisales cantando con alguno de los concursantes?
Ese no es mi rol en el programa. Pero es que ahora han salido muchos estilos. Cuando yo saqué mi disco, decían que yo no cantaba. Hoy en día veo a tantos cantar con el ‘autotune’ y así qué fácil, cuando en mi caso lo hice con la Filarmónica detrás y sin ‘autotune’ y suena divino. Me tocó otra época, pero mi disco suena divino y mucha gente me lo pone cuando voy a muchos lugares. Cantaría otra vez, pero no con un participante, porque no puedo ser juez y parte. De pronto, les doy una sorpresa.
El problema es que en Colombia no le perdonan a una actriz que cante. Las cantantes sí pueden actuar, pero las actrices no podemos cantar porque de una nos caen. Y en todos los países las actrices cantan y las cantantes actúan, porque estamos formadas para ambas cosas. Pero acá en Colombia no hay todavía esa industria como la hay en México, Argentina y España.