Los únicos niños que tomaron parte en las celebraciones de cumpleaños del rey Carlos III fueron sus nietos, el príncipe George, segundo en la línea de sucesión al trono, la princesa Charlotte y el príncipe Louis.
Sin embargo, fue este último el que, sin duda, llamó más la atención de los británicos a quienes ya tiene acostumbrados a sus graciosas manifestaciones cada vez que aparece con sus padres, el príncipe William y Kate, príncipes de Gales, y sus hermanos.
Este sábado, el niño de cinco años, volvió a mostrar la espontaneidad que lo caracteriza y las fotos de ellos le están dando la vuelta al mundo.
Si bien es miembro de una familia cuyos integrantes están llamados a guardar la compostura delante de la gente, su candor de niño exime al pequeño Louis de las rigideces del protocolo, así su madre y su hermana mayor siempre estén pendientes de que no se extralimite.
La primera muestra de que Louis de Gales no disimula y expresa lo que siente, se dio cuando se desplazaba con su madre, la reina Camilla y sus hermanos, en un coche tirado por caballos, a Horse Guards Parade, donde tendría lugar el desfile en honor de su abuelo.
Los escoltaban algunos de los cerca de 200 caballos, así que no era nada raro que los animales fueran dejando sus excrementos por las calles.
Al sentir el olor, Louis no pudo evitar taparse la nariz y manifestar su desagrado, dándoles a los fotógrafos la oportunidad de retratar su primera “payasada” del día.
En cambio, sus hermanos George y Charlotte no mostraron la mínima reacción ante el hedor, quizá porque son más grandes y ya comprenden el papel que juega su familia en la vida del país.
Pero fue en el balcón del Palacio de Buckingham donde el pequeño ofreció las mejores muestra de su carácter gracioso, que lo hace bailar, gesticular y hacer muecas.
Como es tradicional, luego de recibir los honores militares en el vistoso desfile Trooping the Colour en Horse Guards Parade, Carlos apareció junto con la familia real, entre ellos Louis, en el balcón del Palacio de Buckingham, que es su sede oficial en Londres.
A las puertas del palacio, los miles de súbditos que acudieron a aplaudir al rey estaban listos para ver el ‘show’ de Louis, quien no los decepcionó.
Como de costumbre, hizo sus acostumbradas muestras ante el ruido de los aviones que tomaron parte de la revista aérea.
También expresó toda suerte de gestos con el rostro, agitó los brazos, parecía hablar solo o decir un discurso, en fin. Todo para deleite de la multitud y los que veían la transmisión por televisión.
Por su puesto, su madre era la primera que no podía contener la risa ante las bromas de su hijo, lo mismo que la reina Camilla.
Desde que era un niño de brazos y sus padres empezaron a llevarlo a las presentaciones en el balcón de Buckingham, Louis se ha caracterizado por esa espontaneidad.
Empezó a saludar con el brazo mucho antes que otros niños de la realeza.
Luego, se volvió el centro de todas las miradas el año pasado, durante las celebraciones del Jubileo de Platino de la reina Isabel, su bisabuela. Y se volvió a lucir el 6 de mayo, en la reciente coronación de su abuelo.
El Trooping the Colour de hoy fue la primera celebración oficial del cumpleaños de Carlos como rey.
En realidad, nació el 14 de noviembre, pero, por tradición, se festeja oficialmente por esta época de primavera, cuando el clima es mejor en Londres.