En marzo pasado, luego de semanas de especulación en la prensa mundial, la princesa Kate Middleton decidió salir en publico para, a través de un emotivo video, explicar de viva voz la razón de tantos días de ausencia: le habían detectado cáncer y estaba recibiendo “quimioterapia preventiva”.
Desde comienzos de este año, la princesa de Gales había estado en el centro de la atención de la familia real británica luego de someterse a una “cirugía abdominal”, el 9 de enero, lo que alarmó a los británicos, pues no se conocieron en su momento mayores detalles de su estado de salud o si sufría de alguna enfermedad en particular.
En los días siguientes a su misteriosa operación, la prensa apuntaba en varias direcciones: algunos hablaban de un divorcio, tras una década de matrimonio. Otros, que el príncipe William habría revivido un viejo amorío con una modelo. Varios más, insinuaban que Kate se había sometido a un procedimiento estético que no había salido como se esperaba. Y no faltaron los que incluso informaron que la princesa estaba en coma.
Pero, el 29 enero, el Palacio de Buckingham informó que a la princesa le habían dado de alta y que regresaría a su domicilio en Windsor –a unos 40 kilómetros de Londres– para proseguir con su recuperación. “Las pruebas después de la operación confirmaron que había cáncer. Por lo tanto, mi equipo médico me recomendó someterme a un tratamiento de quimioterapia preventiva y ahora estoy en las primeras etapas de ese tratamiento”, aseguró Kate en el video que conoció el mundo.
Hoy, lo que se ha filtrado a la prensa es que este 2024 no ha sido fácil para la salud de Kate. En las últimas horas, Lady Colin Campbell, biógrafa de la desaparecida Lady Di (suegra de la princesa), compartió a través de una entrevista información clave sobre la salud de la princesa de Gales.
Campbell, autora del libro Meghan and Harry: The Real Story: Persecutors or Victims asegura que la situación actual es “preocupante” y que el delicado estado de salud de Kate ha tenido un impacto muy importante al interior de la Casa Real británica, una situación exacerbada por la lucha que también el rey Carlos III está dando contra el cáncer.
Campbell asegura que Kate no tiene fecha prevista para retomar su agenda pública, aunque se espera que lo haga a lo largo de 2024, una vez su estado de salud sea óptimo; cosa que por el momento no se estaría viendo: “Katherine está muy enferma. El tratamiento es agotador y aún no se sabe qué tanto está funcionando”, revela la escritora.
Y agrega: “Tiene que reservarse para recuperarse y para poder ocuparse de sus tres hijos, que son muy pequeños. Es tan simple como eso, está demasiado enferma para estar activa”.
En la misma entrevista, Lady Colin Campbell también reconoció que, aunque el rey Carlos III enfrenta comparaciones inevitables con su madre, la reina Isabel II, él está dejando su propia huella en el trono. “Estaba claro que el rey Carlos III iba a hacer las cosas de una manera distinta a la de su madre y ya se ha visto que está dejando su huella en su reinado, que es lo que debía hacer. Se ve que está haciendo las cosas bien. Es cierto que las comparaciones con respecto a su madre le van a resultar adversas”, dijo.
Pero, de momento, la atención de los británicos está más concentrada en la salud de la princesa que en la del rey. Y tiene sentido: mediciones recientes, ubican a Kate Middleton con una aceptación cercana al 60 por ciento entre el pueblo británico, incluso por encima de su propio suegro y de su esposo heredero al trono, el príncipe William.