Álvaro Bayona es uno de los actores con más trayectoria en la televisión colombiana, recorrido que lo ha llevado a cautivar los corazones de millones de televidentes que lo han visto en producciones como En cuerpo ajeno, La viuda de blanco, Pedro el escamoso, Nadie es eterno en el mundo, Aquí no hay quién viva, A mano limpia, Azúcar, Bolívar y Te la dedico, entre muchas otras.
En la última producción en la que participó desarrolló uno de los roles más honestos y transparentes en los que se le ha podido ver en la pantalla chica, el de él mismo, que dejó ver entre las cocinas del reality gastronómico MasterChef Celebrity, que actualmente está en su quinta temporada y en la que el bogotano también despertó muchas emociones entre su público, pues su actitud serena, sabia y hasta dicharachera se llevaron el protagonismo.
Lamentablemente el actor fue el séptimo eliminado de la competencia y su salida fue una de las más emotivas del programa, pues él logró conectar con la mayoría de concursantes e incluso fue uno de los preferidos por los chefs jurados Jorge Rausch, Nicolás de Zubiría y Christopher Carpentier, y por la presentadora del show, Claudia Bahamón, quienes incluso dejaron caer algunas lágrimas cuando Bayona abandonó los sets de grabación.
La participación de Álvaro fue memorable, sin embargo, él la recuerda con un sabor agridulce, declarando que aunque fue una experiencia que tenía que vivir y que agradece haber podido experimentar, también ha sido de los retos más difíciles que ha asumido y al parecer no le quedaron ganas de volver a repetir jamás, dada la naturaleza de la producción del show.
Esto lo ha dejado claro en varias intervenciones que ha hecho en diferentes medios luego de la emisión de su salida del reality show y lo volvió a reiterar en su pasada visita al programa Bravíssimo, del canal City Tv. Allí Bayona contó un poco más cómo es que se graban los episodios del concurso, cuántas veces tienen que cocinar al día y cómo le pareció todo el trajín que tuvo que cumplir durante varias semanas.
“Es desesperante, porque realmente yo salía de mi casa a las 6 a. m. y regresaba entre las 10 y las 11 p. m. Las dos cocinas en el día son absolutamente agotadoras, el nivel de presión que uno tiene en esas dos horas es bárbaro y a eso le sumas que al participante le meten más presión poniéndolo a esperar, llevándolo a otro lugar y diciendo que va a pasar esto y lo otro”, declaró el actor.
El asunto de las entrevistas que los participantes tienen que dar en medio de su quehacer como cocineros también resultó siendo desgastante para el bogotano de 62 años, quien fue uno de los últimos famosos en concretarse para esta temporada del reality y solo tuvo alrededor de 20 días para prepararse y estudiar las recetas que iba a realizar durante la producción del show.
“Empieza a volverse complicado el ejercicio de las entrevistas, esa es la columna vertebral del programa, porque te hacen entrevista antes de entrar, después de cocinar, previo al juicio de los platos, después de la deliberación. Es tenaz”, añadió Bayona, quien siempre vio a los realities como un formato en el que nunca estaría inmerso, sin embargo su perspectiva cambió al ser MasterChef uno en el que no lo iban a grabar de tiempo completo.
La participación de Álvaro en el concurso ya le ha dejado una huella imborrable en su “check list” de vida, pues ahora el bogotano tiene muy claro qué dirá cuando le vuelvan a proponer ser uno de los participantes de un programa de telerrealidad. “A un ‘reality’, en el estricto sentido de la palabra, en donde tengo que meterme las 24 horas, no voy jamás, porque no me interesa que mi cotidianidad sea observada, es mi intimidad y mi vida”, declaró.