Alberto Linero es un teólogo, comunicador y escritor que se hizo muy conocido en Colombia por su rol como sacerdote por varios años, y que acompañó a los televidentes con varios mensajes de reflexión.
Linero continúa siendo cura, como afirmó en diálogo con el videopodcast La Otra Entrevista de Tropicana y durante su ministerio no le dio tiempo a la pereza o el ocio. El presbítero aseguró, además, que el hecho de serlo no significaba que fuese un extraterrestre. Y afirmó que era un hombre muy estricto en su trabajo.
“Yo no me salí porque estuviera aburrido, dejé de ejercer porque entendí que la vida me pedía algo más en ese momento y que mi corazón me pedía otras cosas. Y lo expresé diciendo que me mamé de la soledad, eso le molestó a mucha gente... ¡De malas!, como diría una filósofa”, afirmó, haciendo referencia a la vicepresidenta Francia Márquez.
También dijo que mientras uno tenga personas a las cuales decepcionar vale la pena vivir luego de anunciar que decidió retirarse del ministerio.
Entre tanto, el cura confesó cómo le había contado a su papá que se iba a retirar del ministerio. A él le gusta “el whisky Sello Azul y yo fui a Santa Marta y le llevé un whisky de ese y él me dijo ‘esta conversación es seria’”.
“Le serví a él, me serví uno. Y mi papá nunca nunca me hizo un comentario en contra de mi ministerio. Al contrario, estaba orgulloso de mí; él estaba emocionado con lo que yo vivía. Cuando yo le terminé de decir las cosas, mi papi me dijo: ‘Bueno, no joda, si a mí esa vaina nunca me había gustado’. Sí está bien, vive feliz”, comentó el escritor.
“Mi madre me dijo: ‘Yo no te lleve de la mano allá, no te voy a mantener con la mano allá'”, agregó el conferencista, debido a que estar en el ministerio había sido su decisión de vida.
Linero también manifestó que le pidió una señal a Dios y le oró: “Si esto es tuyo, lo primero que te voy a pedir es un trabajo. Y fui a hablar con Juan Esteban San Pedro, el vicepresidente de Caracol Televisión y él fue el primer signo de Dios, porque él me dijo, ‘bueno, obvio que la misa no va a poder seguirse haciendo, pero el otro programa sí lo puedes seguir haciendo’. Y mira ahí ya tenía mi primer trabajo”.
“Luego vino radio, conferencias, clases en la universidad, todo... luego me tragué, me enamoré”, indicó.
Luchy, la DJ que estaba entrevistando al cura, le pidió un consejo para tener comunión con Dios, ante lo que él manifestó: “Sé tú mismo y recuerda que Dios está en tu corazón. No te pongas caretas, no te pongas máscaras. No dejes que la culpa te arrincone”.
“No dejes que la frustración te haga creer que no puedes, no dejes que la vergüenza te quite ganas. Conócete ámate y ahí háblale a Él y descubre lo presente en tu cotidianidad, háblale y haz silencio para que Él también te hable”, agregó.
Luego de eso, se refirió a su esposa. Aseguró que ella “es un amor viejo, no consumado, no construido, por obvias razones. Éramos amigos y me fascinaba, trabajaba en el lugar que yo dirigía, me fascinaba, pero bueno, no pasaba nada porque no podía pasar nada”.
“Yo no permitía que pasara nada y obviamente ella tampoco, nos volvimos a encontrar ya ella se había separado, cumple las características que yo pedía. Yo no quería que fuera mucho mayor que, sino máximo 3 o 4 años. Y máximo 10 menor que yo”, dijo.
“Mi pareja se la pedí a Dios, de rodillas yo le decía a mi Dios, mira tiene que ser una persona independiente y autónoma, yo no quiero cargar a nadie. Tiene que ser una persona con la que yo pueda conversar y dialogar de la vida”, indicó.
Y pedía que “no tuviese hijos o que fueran adultos. Yo a esta edad no quiero tener hijos (…). Bueno, me encontré con ella, me enloquecí, me paró bolas, le paré bolas y con rapidez estuvimos juntos y rápidamente construimos la relación”. Pues Alberto Linero dejó de lado el egoísmo que caracteriza a un soltero, para compartir sus seños, planes y metas con una pareja.
“Llevamos cuatro años largos. Yo soy feliz con ella. Con ella sigo siendo libre, sino que antes vivía la vida muy individualmente. Estoy muy feliz y estoy enamorado”, expresó. A su vez, recomendó que se cuide a la pareja, se consiente con ternura y dejar ser.