El jabón Rey es un producto que se creó para lavar ropa; sin embargo, ha sido empleado con otros fines. Este icónico elemento es recordado por varias generaciones colombianas, el jabón Rey ha estado presente en los hogares colombianos durante 75 años.
Detrás de este producto está un señor nacido en Fusagasugá, Cundinamarca. Otoniel Rey era el mayor de tres hermanos, luego del fallecimiento de su madre, Otoniel tuvo que hacerse cargo del hogar. En medio de esta difícil tarea, Rey emprendió un viaje hacia la capital del país con tan solo 14 años.
En medio de su tenacidad y perseverancia, Otoniel logró conseguir trabajo en una de las fábricas de productos de aseo de Bogotá, Jabonerías Unidas, la fábrica propiedad del empresario Moris Gutt, quien es el dueño y fundador de Dersa.
Pese a su edad, este fue el primer acercamiento que tuvo Rey con la vida laboral y con una empresa en donde se fabricaban diversos productos de aseo, en especial aquellos esenciales para el lavado y buen cuidado de la ropa. La hermanastra de Otoniel contó a El Tiempo la solicitud que les hacía. “Nos pedía que le compráramos bultos de cebo para llevar a la fábrica y los apartaba en un cuenco”.
Para ese momento estaban surgiendo y tomando auge los jabones para lavar la ropa que venían en barra. En ese momento, Otoniel se puso a crear diversas mezclas con los insumos que se usaban en la empresa donde laboraba, además, comenzó a revisar unas revistas que doña Tornecina, dueña de la fábrica, le había traído de los Estados Unidos.
Horas de estudio fueron las que tuvo que invertir Rey para generar un producto que sirviera para lavar la ropa y que rindiera más que los otros que ya se encontraban en el mercado. En medio de sus experimentos, Rey utilizó el cebo de la carne.
La hermanastra de Rey era la encargada de retirar la grasa de la carne de los animales, la parte restante del animal era donada y con ella se hacían grandes asados. “Él comenzó a fabricar unas barras así, de color amarillo y azul. A mi mamá le llevó unas y le dijo: ‘Lave unas camisas blancas con este jabón azul y déjela con el jabón un poquito y mire a ver si destiñe y con otra camisa blanca con este jabón amarillo a ver si se tiñe’”, contó.
En medio de risas, Ana Historia, hermanastra de Rey, cuenta lo bueno que era el jabón, sobre todo para despedir las prendas de color blanco. “No se teñía de amarillo ni de azul”. Al inicio la icónica barra de jabón era de color amarillo, pero Rey junto a sus familiares tomaron la decisión de sacarlo al mercado de color azul, ya que lucia mejor en esta tonalidad.
La creación de Otoniel se destacó tanto así que el dueño de la fábrica Moris Gutt decidió que la barra de jabón tendría el apellido Rey en ella, esto como agradecimiento a Otoniel por haber creado uno de los productos más reconocidos de aseo de la época.
En medio del proceso de creación, Otoniel no estuvo solo porque contó con el apoyo de su esposa Carmen Torres de Rey, tal igual que él oriunda de Fusagasugá. La historia de amor entre esta pareja fue fulminante, pero perduró y se cultivó con el tiempo.
Otoniel pidió la mano de Carmen un año después de conocerla y en 20 días se casaron. Su matrimonio duró 60 años y tuvieron 14 hijos.