Colombia se sorprendió con la trágica noticia de la muerte del exalcalde de Bogotá Samuel Moreno Rojas, quien fue el mandatario de la capital del país desde 2008 hasta que fue suspendido en mayo de 2011 por estar vinculado con el escándalo del Carrusel de la Contratación de obras públicas de la misma ciudad que gobernaba.
El deceso de Moreno se dio a causa de un infarto agudo al miocardio el pasado jueves, lo que llevó a que las autoridades de la Estación de Carabineros de Chapinero, lugar donde cumplía su condena, lo trasladaran al Hospital Militar, donde habría llegado sin signos vitales, por lo que recibió reanimación. Sin embargo, este viernes fue declarado con muerte cerebral y posteriormente fue anunciada la muerte del político.
Se dice que su familia logró llegar a la institución médica antes de la muerte del exalcalde, entre ellos sus hijos Mateo y Samuel, y su esposa, Cristina Rodríguez, quien lo acompañó durante varias décadas como su alma gemela, incluso en los duros momentos cuando fue condenado, y en sus últimos días, que pasó encarcelado.
A pesar del ambiente hostil que rodeó la relación de Samuel Moreno y Cristina González durante los últimos años, su historia de amor se remonta a la década de los ochenta, cuando se conocieron en la Universidad del Rosario, específicamente en la facultad de derecho, donde los dos estudiaban, pero no se hablaban, pues Moreno la creía “inalcanzable”, era su amor platónico, todo porque González era una modelo en ascenso que incluso logró ser protagonista de varios comerciales famosos de la época.
“Mi madre nos enseñó desde niñas buenos modales, a caminar derechas, y a saber comportarnos”, declaró al diario El Espectador en una entrevista que dio una vez se convirtió en la primera dama de Bogotá, en la que también confesó que Samuel Moreno nunca le truncó su carrera en el modelaje, pero sí tuvo sus reservas cuando le dijo que podría pensar en ser reina de belleza.
González y Moreno seguían siendo desconocidos el uno para el otro, sin embargo, un día él tuvo las agallas para invitarla a salir, y Cristina, ingenua de la familia a la que pertenecía el entonces estudiante abogado, aceptó la invitación sin reparo, para luego conocer la gran estirpe política que precedía al aspirante a político.
Luego de esa salida, los encuentros se hicieron más seguidos y tiempo después la relación se formalizó en un noviazgo que perduró durante ocho años, en los que Cristina terminó su carrera como abogada, pero en la Universidad de la Sabana; luego de ejercer unos años cortos, decidió desviar su vida profesional hacia las relaciones públicas, oficio que desempeñó hasta que su esposo llegó al Palacio Liévano.
“Creo que me arrepiento de no haber sido periodista”, atinó a decir Cristina González en su entrevista, dejando claro que su fuerte era entablar buenas conversaciones, como las que tuvo con su esposo incluso cuando la distancia de la condena los separó.
Luego de la boda, demostraron ser una pareja estable que resolvía todos sus problemas basados en su amor, que dio como fruto a sus dos hijos: Mateo y Samuel, quienes pudieron darle el último adiós al político, como lo han hecho varias personalidades del país en las redes sociales.
La actual alcaldesa de Bogotá, Claudia López, fue una de las que se pronunció sobre el deceso de Moreno. “Lamento la muerte repentina del exalcalde Samuel Moreno. A su familia y amigos mis condolencias y respeto en este momento tan doloroso y difícil. Muy especialmente a su esposa e hijos y a su señora madre”, escribió la mandataria.
“Acaba de fallecer Samuel Moreno. Su madre, esposa e hijos alcanzaron a estar presentes. Reitero mi solidaridad con la familia y mi sentido dolor por su fallecimiento”, fue el mensaje que también trinó sobre la muerte de Moreno la senadora Clara López.