El abogado de Britney Spears dijo este lunes que se está moviendo “agresiva y rápidamente” para que el padre de la artista pierda el poder de control sobre los asuntos de su hija.
El abogado se reunió con periodistas tras una muy breve audiencia en la corte de Los Ángeles. “Mi firma y yo nos estamos moviendo de manera agresiva y rápida para presentar una petición para destituir a Jamie Spears, a menos que él renuncie primero”, dijo Mathew Rosengart.
“Estamos trabajando muy duro en los documentos”, agregó Rosengart, que asumió la defensa de Britney Spears la semana pasada, después de que un juez le permitió a la cantante elegir su propia representación.
Spears fue puesta bajo una tutela legal gestionada en gran parte por su padre después de que sufriera un colapso en 2007. Sin embargo, la estrella del pop se opuso a esa decisión y en junio criticó ante la corte que estaba siendo víctima de “abuso”.
La semana pasada reiteró y amplió esa declaración en la corte, siempre por teléfono, y el fin de semana escribió en Instagram que “no actuará en ningún escenario” mientras su padre “maneje” lo que usa, dice, hace o piensa.
Incluso, antes de que Spears le pidiera a la corte que le pusiera fin a su tutela, sus seguidores habían montado una campaña, #FreeBritney, y se daban cita fuera de las audiencias de la corte y en mítines en todo el mundo.
“Una vez más quiero agradecer a Britney Spears por su coraje y fuerza. También quiero agradecer a los fanáticos y seguidores de Britney Spears”, agregó Rosengart el lunes. El abogado de Jamie Spears le dijo la semana pasada a la corte que este renunciará voluntariamente a la tutela.
La audiencia de este lunes se refirió a una solicitud de honorarios de seguridad de 50.000 dólares por mes de Jodi Montgomery, conservadora de Spears.
Jamie Spears tiene actualmente el control del patrimonio de su hija. El próximo lunes se llevará a cabo otra audiencia sobre el tema de las tarifas de seguridad.
Colapso de Spears
Un episodio que poco se conoce es el del día en que, textualmente, toco fondo, evocado ahora por su amigo y entrenador, Sean Phillip, quien lo vio todo muy de cerca. Phillip le contó al medio The Sun, de Londres, que, en ese momento, la cantante estaba exhausta física y emocionalmente, y que la gente de su entorno trataba de mantenerla en pie a punta de drogas.
“Había estado trabajando hasta la extenuación y ya no estaba en forma para seguir subiéndose al escenario. La medicación psiquiátrica que le habían recetado no le estaba funcionando. Se había vuelto paranoica como nunca la había visto antes”, relató el entrenador.
Pero sus fuerzas definitivamente la fallaron en el club Pure, en Las Vegas, durante la fiesta de Año Nuevo de 2007, de la cual ella era la anfitriona. De acuerdo con Phillip, de repente, Spears se desmayó y su equipo tuvo el doble trabajo de atenderla y de ocultar lo que sucedía de los múltiples invitados.
Aseguró que sus colaboradores le dieron lo que cree que eran anfetaminas, para que ella pudiera seguir como si nada, pero eso no dio resultado.
“Tuve que sacarla de allí colgada de mis hombros y cubierta con una chaqueta negra. Me tocó además ahuyentar a los que se nos abalanzaban para tomarle fotos a Britney en ese estado”, prosiguió Phillip. Cuando por fin pudo llevarla a su habitación del hotel, la artista no estaba mejor. “Lloraba histéricamente, estaba muy alterada. Decía: ‘¿Por qué soy tan accesible? ¿Por qué estoy haciendo presentaciones en un club?’”.
Su equipo insistió en darle más pastillas para que volviera a la fiesta, pero Phillip cuenta que le tocó ponerse firme y pedir que pararan y la dejaran descansar.
Al año siguiente, un juzgado le dio su custodia legal a su padre, Jamie Lynn Spears, con quien hoy está enfrentada en los tribunales, en aras de liberarse de ese control, que describe como abusivo y tan insoportable que ha arruinado por completo su vida.