Esteban Cortázar es uno de los diseñadores colombianos más relevantes en la escena de la moda internacional, creando colecciones minimalistas, artísticas y conceptuales que han decantado a millones en todo el globo terráqueo, cuyas prendas han terminado en clósets tan prestigiosos como el de Beyoncé, Nicole Kidman y muchas luminarias de Hollywood.

Su carrera empezó a muy temprana edad y a partir de ese momento se volvió el “niño consentido” de la industria, abriéndole un espacio en las grandes semanas de la moda como la de París y Milán, y siendo uno de los diseñadores con más proyección de la primera década del siglo XXI.

Para Esteban recordar esos inicios son un bálsamo para su carrera y su vida, pues fueron momentos especiales que él aún atesora, tal como lo mostró en la cuenta oficial de Instagram de su marca, donde publicó un video de su primer desfile en la Semana de la moda de Nueva York en 2002, veinte años atrás, donde deslumbró a todos los asistentes, entre los que estaban modelos tan importantes como Naomi Campbell.

Fue en ese preciso instante cuando Esteban se consolidó como un diseñador de talla mundial, con una colección donde los acabados, la geometría, la factura impecable y una visión fresca de lo que sería la moda futurista del nuevo milenio pusieron su nombre en páginas de revistas tan importantes como las versiones estadounidenses de Vogue y Harper Bazar.

“Es difícil creer que han pasado 20 años desde que hice mi primera reverencia en la pasarela de Nueva York en el 2002 ✨ ¡Estén atentos para la celebración de esta semana! ¡Más por venir pronto! ✨ ¡Todo mi amor! ❤️Esteban”, fueron las palabras del diseñador en su publicación, que ya cuenta con más de 600 likes y comentarios de artistas como el esposo de Ricky Martin, Jwan Yosef, que le dejó tres corazones naranja en la sección, o el de la cantante Lido Pimienta, quien también le dejó los mismos emojis, pero rojos.

Esteban Cortázar, “el niño prodigio”

Desde que Esteban se radicó en Miami a los 14 años empezó toda una movilización personal y artística que rápidamente se fue permeando en la élite de la ciudad estadounidense y terminó siendo un ráfaga de novedad y frescura para aquellos ávidos de nuevas tendencias y visiones del mundo.

Esto no era gratis para el pequeño colombiano, pues su para es nada más y nada menos que el pintor Valentino Cortázar y su abuelo era el empresario Richard Vaughan, influencias que se ven en los diseños de Esteban, quien rápidamente cautivó a divas como Madonna y Jennifer López, de las primeras cantantes en usar sus prendas.

Luego, cuando Esteban ya era mayor de edad y tenía un bagaje en la escena de la moda internacional, fue invitado a presentar sus diseños en la Semana de la moda de Nueva York, punto clímax de su comienzo, porque a partir de ese momento su ascenso no paró y siguió asistiendo, ahora como una autoridad en la industria, al resto de semana de la moda de todo el mundo.

Sin embargo, fue en la década del 2010 donde Esteban volvió a sus raíces colombianas y llevó su carrera a otras esferas que le generaron más credibilidad, cuando logró un espacio en la prestigiosa tienda Colette. Cortázar llegó un una tienda tradicional colombiana, con productos autóctonos y otros comerciales que han acompañado por generaciones a todos los colombianos, incluso, mostrando objetos representativos de nuestro país y amenizando su noche de apertura con J Balvin, quien aceptó la invitación del diseñador para dejar a Colombia muy bien posicionada en una de las vitrinas más exclusivas de París.

Hoy el diseñador sigue imprimiendo su amor caribeño y su mirada minimalista en diseños dinámicos y hasta andróginos, que pronto mostrará con su nueva colección, ya lista para ver la luz del sol.