Ana María Orozco es una de las actrices más recordadas y amadas por los colombianos, gracias a que ha tenido una amplia trayectoria en la televisión y el cine nacional y latinoamericano, sin embargo, para nadie es un secreto que ha sido uno de sus roles el que más fama y reconocimiento le ha dado, no solo porque lo desarrolló a la perfección, sino porque ese protagónico terminó siendo uno de los personajes más famosos de la televisión mundial, adaptado y reseñado en cientos de países.
Se trata de Beatriz Pinzón Solano, la protagonista de Yo soy Betty, la fea, la legendaria novela escrita por Fernando Gaitán y dirigida por Mario Rivero, que marcó un antes y un después en las historias de inicio del siglo XXI por mostrar a un rol principal fuer a de los cánones de belleza de la época, con connotaciones y comportamientos negativos y una historia en la que la idiosincrasia colombiana del momento era tan latente que millones de personas se identificaban con este y el resto de personajes.
Luego de interpretar a Betty, Ana María se consolidó como una de las actrices más versátiles y profesionales del medio, siendo su quehacer como actriz el tema principal por el que figuraba en los medios de comunicación; sin embargo, su vida privada también ha sido un asunto de interés público y sus amores son uno de los temas que más cautivan a los más de 911 mil seguidores que acumula en sus redes sociales.
Ana María ha tratado de mantener su vida sentimental fuera de los focos de los paparazzis, sin embargo, es de conocimiento público que ha tenido dos matrimonios y pocas relaciones sentimentales en sus 50 años. La más resonada sin duda la que mantuvo con su coequipero de set en varias producciones, el actor Julián Arango. Los dos intérpretes compartieron set en Tiempos Difíciles, Perro Amor y Betty.
Este matrimonio duró cerca de dos años y fue en medio de las grabaciones de Betty que los dos actores cumplieron con su proceso de separación. En dicha época se decía que las escenas en las que Hugo Lombardi tenía que decirle improperios e insultos a Betty se volvían muy tensas por la situación del divorcio, sin embargo, ambos mantuvieron el profesionalismo y pudieron desarrollar sus personajes a cabalidad y en sana convivencia.
Dos años después, Ana María estaba muy feliz compartiendo sus sentimientos con el fotógrafo Pedro Franco, con quien sostuvo un noviazgo hasta 2004. Un año más tarde, Orozco, ya radicada en Argentina, país donde también tuvo un éxito rotundo con sus trabajos actorales, conoció al músico Martín Quaglia, quien sería su compañero sentimental y segundo esposo hasta el año 2012.
Fruto de esta relación nacieron las únicas dos hijas de la actriz colombiana: Lucrecia y Mia, quienes heredaron la belleza innata de su madre y todo el talento artístico tanto de la actriz, como del músico, al punto de que la mayor ya ha mostrado un estilo muy característico de publicaciones en redes sociales, donde es palpable el gusto por la estética y lo sensible de las artes.
Finalmente, el último amor que se reconoció oficialmente a Ana María fue el actor Maximiliano Ghione, con quien la colombiana compartió set en la serie de comedia Somos Familia. Este amor duró hasta 2015, cuando el argentino de forma sorpresiva trinó la siguiente frase: “Es oficial: Ana María Orozco y yo ya no tenemos ninguna relación. Fue muy lindo. Y así es la vida. Un abrazo”.
Por el momento, Ana María está concentrada en la nueva entrega de Betty, en la que estará parte del elenco original y nuevos actores que le darán vida a una nueva trama donde los legendarios personajes volverán a cautivar los corazones de todos los latinos.