Sigmund Freud no fue el primer psicólogo, pero como padre del psicoanálisis es quizás el más famoso, comentado, enseñado y criticado. Sus teorías han moldeado la práctica por décadas, y así muchas corrientes rebatan su legado en la actualidad, sigue presente como una referencia obligada.“A veces un cigarro es tan solo un cigarro”, aseguró alguna vez, casi admitiendo los límites de sus teorías, que explicaban muchos traumas desde el sexo y la represión del deseo. Hoy, la memoria de uno de sus herederos más conocidos se tiñe de negro por culpa de su supuesta pedofilia.Clement Freud, nieto de Sigmund, hermano del prominente pintor Lucian Freud, padre de cinco hijos, abuelo de 17 nietos, murió en  2009. Los registros de prensa dieron cuenta de un ‘tesoro nacional’, un hombre de aspecto bonachón, sensato, algo excéntrico y difícil de encasillar.Durante sus 84 años de vida se desempeñó en distintos escenarios de la vida pública. Fue chef, hizo parte de programas de concurso, protagonizó recordadas campañas publicitarias, cubrió como periodista el Parlamento y luego durante 14 años fue miembro del mismo (MP). Ese logro lo enorgulleció y le  permitió decir “Al fin tengo algo sólido por lo cual ser famoso”.Tristemente para su viuda Jill Flewett, de 89 años, y todos sus familiares, el documental del canal ITV Abused and Betrayed-A Life Sentence, emitido la semana pasada en el Reino Unido, pinta una imagen mucho más macabra de Clement. El programa argumenta que el nieto de Freud fue un abusador sexual  y para probarlo les dio la voz a dos mujeres.En primer lugar, Sylvia Woosley explicó a las cámaras que no quería llevarse ese secreto a la tumba, que quería “volver a la niña que era, antes de ser abusada física y sexualmente, y morir limpia”.Sylvia cuenta que ella tenía 14 años cuando su madre, ante un problema matrimonial, se la encargó a Clement y a su mujer, a quienes habían conocido un par de años antes en Cannes. Ella llegó a Londres a vivir con los Freud y entonces comenzó su pesadilla. En un viaje de bus, Freud la besó en la boca sin vergüenza. “Quedé impotente y asqueada. No reaccioné de otra forma porque no podía, no sabía qué hacer”.En esos cinco años que vivió bajo su techo, Clement abusó de Woosley múltiples veces. Sus heridas nunca sanaron, pero cuando cumplió 40 años, Sylvia confrontó a Freud y le preguntó por qué había abusado de ella. A esto Freud respondió casi socarronamente, “porque te amaba”, aseguró, “eras una pequeña muy sensual”.El otro caso viene de una mujer que mantiene oculta su identidad, pero conoció a Freud en 1971 cuando tenía 11 años. Este era amigo de su padre y ella se recuerda como una niña aislada socialmente. En esos años, Clement era miembro del Parlamento, y la invitaba tanto a su casa como al palacio de Westminster. Aprovechaba las ocasiones para abrazarla y besarla, y fue escalando sus avances.En un momento, cuando tenía 14 años, recuerda que Freud le propuso a ella y a una amiguita si querían “desnudarse  y divertirse un rato”. Pero sobre todo recuerda el día de 1978, cuando ya tenía 18 años, que Freud la visitó en casa de sus padres, a quienes conocía bien y consideraba sus amigos, y la violó. Todavía vive asustada de que su identidad salga a la luz y concluye diciendo que lo que ha vivido por 40 años “se siente como sufrir”.El efecto ‘bola de nieve’ del polémico documental es evidente. Vicky Hayes, de 64 años, dijo a los medios de su país que Freud, un visitante asiduo del restaurante de su padre, la conoció cuando tenía 14 años, y a sus 17, a finales de los años sesenta, la invitó al hipódromo, le dio de beber y luego la violó. “Me quedé ahí, quieta y asustada mientras me robaba mi virginidad”.Hayes no dijo nada, sabía que su padre habría matado a Freud. Ahora quiere que la Corona le quite el título de caballero que le otorgó en 1987. Su testimonio concluyó contundentemente: “Se despidió diciéndome que si quedaba embarazada lo llamara. Como si lo hubiera hecho antes”.A comienzos de 2016 el caso de Jimmy Saville agitó al Reino Unido. El presentador del exitoso programa Top of the Pops de la BBC violó a más de 70 niñas y niños. Saville también murió de 84 años, una triste coincidencia que reúne a dos personas que se aprovecharon de su posición de privilegio para abusar, destruir y salirse con la suya. La vergüenza recaerá sobre un apellido cuya carga sexual acaba de adquirir nuevos colores.