¿Quién fue? La pregunta es la más recurrente entre quienes siguen con fervor la historia de Meghan y Harry. “Había preocupaciones y conversaciones sobre qué tan oscura podría ser su piel [la de Archie] cuando naciera”, dijo Markle visiblemente dolida. La actriz no reveló el nombre de las personas que hablaban al respecto, porque “sería muy dañino para ellos”. Sin embargo, en las dos horas que habló con Oprah quizás esta fue la revelación de acusación de racismo fue la que más daño le hizo a la monarquía.

Meghan Markle también reveló que, a diferencia de los demás miembros de la familia real, cuando estaba esperando a Archie no recibió el apoyo de la familia de Harry. “Cuando estuve embarazada me dijeron que mi hijo no iba a tener seguridad (guardaespaldas) y que tampoco iba a tener un título”, reveló.

Meghan Markle en la entrevista de Oprah | Foto: CBS

El nombre de quien discriminó al primogénito de Harry es todavía un misterio. Pero se tejen muchas hipótesis. Según el tabloide The Mirror, ese pequeño detalle es la bomba que podría acabar con la monarquía británica.

El domingo, tanto ella como Harry se negaron a revelar quién de todos los posibles sospechosos habría querido saber qué tan morenito sería su futuro bebé. Al parecer un tema que ellos nunca habían tenido en cuenta pero que tal vez a ese miembro de la realeza (o a varios) les inquietaba tanto como para vociferarlo en una reunión privada. Posiblemente a este personaje también le preocupaban el afro del pelo de Meghan, y que su madre tuviera rastas y llevara un arete en su nariz.

La verdad sea dicha, cualquiera que haya vivido en un palacio toda su vida podría haber pensado eso. Pero lo cierto es que esa persona no vio el hecho de que una persona birracial entrara a ser parte de la realeza como una ventaja para modernizar a la monarquía. Quien quiera que lo hizo usó esta información contra ellos, y a la larga, como se ha podido ver hoy, para dejar mal parada a la monarquía. Como dice el propio tabloide The Mirror, “resulta una sorpresa que alguien cercano a Harry y Meghan hubiera pensado que a ellos no les importaría que los trataran así. Quien lo hizo es bastante estúpido y se siente más poderoso que ellos”.

JOHANNESBURGO, SUDÁFRICA - 02 DE OCTUBRE: El príncipe Harry, duque de Sussex y Meghan, duquesa de Sussex asisten a una recepción empresarial y de industrias creativas el 2 de octubre de 2019 en Johannesburgo, Sudáfrica. (Foto de Chris Jackson / Getty Images) k | Foto: 2019 Getty Images

El diario tampoco cree que fuera un ‘courtier’ del palacio de Buckingham el que hiciera esas preguntas tan racistas, que según los duques de Sussex no solo se airearon una vez sino de manera repetida mientras ella estaba embarazada y se estaban adelantando las discusiones sobre los derechos futuros de Archie frente a su seguridad y a los títulos que recibiría por ser el primogénito del hermano del futuro rey. Ninguno de los miembros del personal del palacio, según los expertos en el tema, hablaría así de un miembro sénior de la realeza sin ser invitado a opinar, a no ser que uno de ellos lo hubiese llamado a hacerlo.

Por las palabras de Meghan se da por hecho que fue alguien importante, pues como ella lo dijo a Oprah, revelar su identidad sería “muy perjudicial para ellos”. Y hay pocos miembros de la realeza a los que podrían dañar ese tipo de declaraciones.

El príncipe Felipe, quien hoy está recuperándose de una cirugía del corazón sería el más apto candidato pues en su historial tiene una larga lista de declaraciones racistas y comentarios fuera de tono. Pero hay que descartarlo porque Harry le confesó a Oprah “off the record” que no fueron sus abuelos los que hicieron esas preguntas. Es decir, la reina Isabel y el duque Felipe de Edimburgo se salvaron.

Así las cosas, se sospecha de un alto miembro, uno muy cercano a la corona, “probablemente más poderoso que Harry. Alguien preocupado en temas tan minuciosos como quién recibe protección de la Policía y el costo que eso implica para la familia real, alguien que cree que su posición se vería debilitada de alguna manera si el nuevo príncipe se ve un poco morenito”, dice The Mirror.

Las únicas posibilidades son el hermano de Harry, William, o su padre, el príncipe Carlos o alguna de sus esposas, Kate o Camilla. Como la relación de los príncipes ha sido pésima con ellas, muchos sospechan que esta podría ser la persona que hizo el comentario.

Desde que Harry se casó con Meghan los cronistas de la realeza anticiparon que la distancia con el príncipe Carlos y Camilla se profundizaría. En la entrevista, de hecho, Harry se refirió de manera muy corta pero muy dura a su papá, de quien dijo que ya ni se habla por teléfono. “Está atrapado”, aseguró.

Carlos ha sido un hombre que nunca ha levantado simpatía, y Camilla mucho menos. El príncipe de Gales batió el récord como el heredero que más años ha tenido que esperar para reinar desde que fue nombrado como tal en 1958, y el tener más de 70 años ahonda su frustración al respecto. El desembarco de Meghan, una joven bella, glamurosa y con el halo de cenicienta, preocupaba muchísimo a la corte, aseguró Richard Kay, un muy leído columnista de sociedad y corresponsal de la casa real por largos años, en un artículo sobre la boda de Meghan y Harry.

Algo similar sucedió en 2010 con el compromiso de William, duque de Cambridge, y su esposa Kate, con cuya poderosa imagen de estrellas Carlos no ha tenido problema en competir, influenciado por Camilla, para quien eso la libera de la atención del público y la prensa, a la que no se acostumbra. Pero, para el columnista, “con otra pareja show en foco, el príncipe tendría que conformarse con las migajas”.

Que los príncipes desfilaran con su madrastra en los festejos del cumpleaños de la reina en 2009 fue una muestra de la buena relación que tuvieron hasta que ellos se empeñaron en reivindicar la memoria de su madre.

Richard Kay explicó en su momento que las relaciones entre el hijo de Isabel II y los príncipes ha tenido sus altas y bajas desde que Diana de Gales, la madre de ellos, murió en 1997. Como en el nefasto matrimonio de esta última con Carlos, la duquesa, conocida antes como Camilla Parker Bowles, ha sido la manzana de la discordia.

Poco a poco, ella se ganó a sus hijastros y cuando Carlos se casó con ella, en 2005, la elogiaron y admitieron en público lo feliz que hacía a su padre. Este año las cosas se enfriaron desde que William y Harry lanzaron una campaña para reivindicar la memoria de Diana en los 20 años de su muerte. En los documentales que encargaron para ello, y en los cuales hablaron, “eliminaron a Carlos, solo importaban Diana, su trabajo y su influencia sobre ellos”, comentó Kay. Mucho menos se refirieron a Camilla. “Se esperaba que dijeran algo sobre la madrastra a quien una vez le dieron la bienvenida”, manifestó el periodista. Para colmo, el fervor renovado por Diana motivó el aplazamiento de la transmisión de un programa sobre Camilla, por sus 70 años.

Por otra parte, salieron a la luz una serie de grabaciones de audio y video en las que Diana hablaba de lo infeliz que fue con Carlos por su infidelidad con Camilla, un fantasma que atormenta a la pareja y ha determinado su escasa popularidad entre los británicos. Entonces, Carlos y su mujer contraatacaron con una biografía autorizada de ella que la dejaba como una víctima y a Diana como mala, mentirosa, deshonesta, hipócrita, muy trastornada mentalmente y que se exhibía con sus amantes delante de sus hijos.

Ello, por supuesto, no les agradó a William y Harry. “Ya no son cercanos a Camilla, la relación ha cambiado. Ya no la ven con buenos ojos”, le reveló a Kay un amigo de Diana que los visitó en el Palacio de Kensington por esos días.

Un recrudecimiento de la crisis se ve venir por el espinoso tema del título que llevará Camilla cuando la reina Isabel, de 91 años, muera y Carlos suba al trono. En 2005, se anunció oficialmente que sería princesa consorte, pero ahora él pretende que sea reina de Inglaterra, para lo cual, asegura también Kay, requiere del apoyo de sus hijos y está por verse si ellos accederán tras las afirmaciones sobre Diana en su biografía. Los podría ablandar el hecho de que es su padre quien provee los millones para que lleven una vida digna de príncipes. Harry, en particular, según Kay, debería tener en cuenta que de no ser por la lucha de Carlos por desterrar el estigma de las divorciadas de la casa real, ahora no estaría comprometido con Meghan, quien estuvo casada.

El Daily Star, así mismo, aseguró que la trifulca familiar reside en que William, secundado por Kate, quiere hacer realidad la conjetura recurrente de que sería él y no su padre el que sucedería a Isabel II. Ello generó un impacto muy negativo en Camilla, quien al parecer no ambiciona el título de reina, pero tampoco está dispuesta a renunciar a compartir cama y techo con un rey.

El otrora apuesto príncipe cumplió 70 años en 2018 pero en su corte no se permite la mínima insinuación al respecto porque él detesta la idea de que envejece, según Mail Online. Mucho menos ahora que ha perdido el estado físico que fue su orgullo, sufre de dolor de espalda crónico y le está saliendo barriga. “Los vasos capilares rotos en su nariz y mejillas dan la injusta impresión de alguien que empina el codo”, comentó el cronista Richard Kay.

El príncipe Carlos, apenas mencionado en unas lineas por su hijo en la entrevista, fue uno de los que quedó peor por las declaraciones de su hijo. Quedó claro que no tiene un papel importante en la realeza y que a ojos de Harry solo sigue ahí porque no puede escapar. Lo único que sí despertó la entrevista fue la enorme curiosidad de saber si fue él o mucho peor, el amor de su vida Camilla, la que generó el dolor que hizo que Meghan y Harry abandonaran el Reino Unido.

*Este artículo fue publicado originalmente por la revista Jet-Set.