La Fundación Pies Descalzos, de la cantante Barranquillera, Shakira, sigue con su labor social y educativa de seguir brindando educación de calidad a los niños y niñas de municipios y regiones apartadas en el país, un compromiso que la artista lleva en su corazón y como prioridad con su país.
Tal es el caso, que el pasado 16 de septiembre la barranquillera visitó Colombia para inaugurar en su ciudad natal el colegio Nuevo Bosque, de 6.000 metros cuadrados, con el que Pies Descalzos busca impactar alrededor de 1.000 estudiantes anualmente, que realizarán sus estudios de básica primaria y secundaria en la sede. Además, será un centro comunitario que abrirá espacios de desarrollo para padres, madres, acudientes y demás miembros de la comunidad.
Con esa premisa, en esta ocasión la fundación graduó a 105 niños y niñas de primaria en la Institución Educativa Antonio Ricaurte en Quibdó, Chocó.
Una noticia que dio a conocer la cantante por sus redes sociales de X e Instagram manifestando su alegría como también la publicación de la columna titulada: “La revolución que ha promovido Shakira” en la revista Forbes Colombia.
El artículo escrito por Antonio Celia, miembro de la junta directiva de la Fundación Pies Descalzos, explicó cómo ha sido esa revolución educativa de la cantante que hoy cuenta con “9 colegios en 5 territorios –pasando desde la ruralidad en La Guajira, a Soacha, el Chocó, el Catatumbo y el Caquetá–, una atención a más de 150 mil niños y capacitaciones a más de 2.700 docentes”. }
Con este nuevo logro para los niños de Quibdó, de nuevo Shakira demuestra por qué “es un referente mundial en educación que atrae apoyos de filántropos de otros países que se han unido a nuestra causa”.
Y es que Shakira además de cosechar éxitos en su vida artística, también los comparte con su labor social, con la que busca que más niños reciban educación, no deserten y romper las brechas de la desigualdad y el analfabetismo.
“Escribir para Shakira es un privilegio”: el compositor de los grandes éxitos de la colombiana
Al escenario de los Latin Grammy, el pasado 16 de noviembre, subió vestido de traje color cámel y tenis. Parecía un nuevo artista de la música urbana, de esos que comparte un tema en redes sociales y consigue hacerse viral en pocas horas.
Muchos, en el Palacio de Exposiciones y Congresos de Sevilla, en España, donde por primera vez se entregaban estos galardones –los más importantes de la música latina– y otros más que seguían la ceremonia por televisión, se preguntaron qué hacía al lado de Shakira y de Bizarrap, que brillaron esa noche en las categorías de Mejor Canción Pop y Canción del Año por Music Session vol. 53, que no ha dejado de cosechar triunfos desde su lanzamiento en enero de este año.
Pero Kevin Cruz, o Keityn, como lo llaman todos, tenía razones de sobra para estar ahí, sonriente y dichoso de celebrar ese par de gramófonos dorados. Total, este colombiano había ayudado a componer el tema más revelador de la ruptura de Shakira y Gerard Piqué, que se convirtió en una suerte de himno del desamor y en todo un clásico del empoderamiento femenino, con pregones como: “Las mujeres ya no lloran, las mujeres facturan”.
Solo en YouTube, Music Session vol. 53 suma cerca de 500 millones de reproducciones. Las 100 primeras las logró en apenas tres días.