Hace unos días, los fotógrafos que cubren los eventos de la familia real británica captaron a George Clooney y a su esposa Amal hablando en forma divertida con el príncipe Carlos en pleno palacio de Buckingham. Estaban en una cena anual organizada por el heredero al trono para su organismo de caridad y, aunque había otros invitados, fue tanta la familiaridad entre los tres, que al día siguiente los medios solo destacaron la presencia de la pareja. Sugerimos leer: George Clooney compara la "persecución" a Meghan Markle con la de Diana de Gales Para muchos, parecían amigos íntimos o conocidos de toda la vida. Meghan, el príncipe Harry, estuvieron en la casa de los Clooney del lago de Como, en Italia, para pasar unos días de vacaciones en agosto. No es raro que las celebridades hagan amistad con un miembro de la realeza. Pero en el caso de los Clooney, se convirtieron en asiduos asistentes a los eventos reales desde que Meghan Markle, gran amiga de Amal, entró a la familia Windsor. No en vano estuvieron en la exclusiva lista de invitados de la boda real del año pasado. Incluso se dice que es tan cercana la amistad entre Amal, abogada defensora de derechos humanos, y la duquesa de Sussex, que cuando Meghan se comprometió con el príncipe Harry, Amal la recibió en Londres y le ayudó a establecerse. Y desde entonces ha sido un apoyo constante. Puede leer también: ¿Jennifer López por fin habrá encontrado el amor de su vida? Tanto, que las dos parejas viajaron juntas a la mansión de los Clooney en el lago de Como, en Italia, para pasar unos días de vacaciones en agosto, y que Amal le organizó un baby shower a Meghan en Nueva York. El evento, muy criticado por la prensa británica por su alto costo, sirvió de escape a la duquesa durante la espera de su primer hijo. En efecto, pudo encontrarse con varias amigas y salir por un momento del control de la familia real. Pero los Clooney no solo se mueven en el círculo exclusivo del palacio de Buckingham. Desde que se casaron, en 2014, quedó claro que no iban a conformar una pareja como cualquier otra de las de Hollywood. Se les ve en lanzamientos de películas, ceremonias de premiación, cocteles de Hollywood, cumbres políticas y escenarios como la ONU. No solo porque el actor ya era todo un ícono de la industria del cine, sino también porque Amal era reconocida como una activista distinguida y respetada en círculos políticos, en organismos multilaterales y en organizaciones sociales. Se conocieron cuando un amigo de Clooney la llevó a su casa del lago de Como. Todos decían que estaban hechos el uno para el otro. Y, de hecho, cuando se la presentaron al representante del actor, lo llamó y le dijo: “Conocí a la mujer que va a ir a tu casa y con la que te vas a casar”. La química surgió de inmediato; no solo con el actor, sino con su familia. Poco después se hicieron novios y, finalmente, se casaron. Sugerimos también: El bebé de Meghan Markle y el príncipe Harry pondrá a prueba las tradiciones de la familia real Desde entonces, ambos han tenido una presencia constante tanto en los lanzamientos de películas, las ceremonias de premiación o los cocteles de Hollywood como en las cumbres políticas o en escenarios como la ONU. Ambos, de hecho, han estado muy activos en el tema de los refugiados. El año pasado, por ejemplo, se comprometieron a darle techo a un sirio en su casa de Londres y en 2016, se reunieron con Angela Merkel, canciller de Alemania, para hablar sobre la crisis debido a la alta cantidad de inmigrantes de ese país que estaba llegando a Europa. Puede interesarle: Jan-Michael Vincent: el triste final de un churro de Hollywood Ese mismo año estuvieron en una cumbre sobre el problema de los refugiados con varios líderes mundiales como Barack Obama. Con el expresidente y su esposa Michelle tienen una relación más que estrecha. Los medios británicos han reportado múltiples visitas de la expareja presidencial a su casa de Londres. Se dice que allí hablan de cine, de política y de la situación del mundo. Y ahora que han ganado un acceso al mundo de la realeza, también quieren aprovechar esa cercanía para mover sus propias causas. Amal, de hecho, trabaja con el príncipe Carlos para fortalecer iniciativas de empoderamiento de las mujeres. Eso sí es aprovechar el poder.