Desde el 31 de octubre de 2010, la familia Colmenares ha estado bajo el ojo de la prensa y los distintos medios de comunicación a nivel nacional, pues aunque la Fiscalía afirmó que la muerte del joven Luis Andrés se trató de un homicidio, hasta el momento, se desconoce quién fue el autor material, pese a la investigación que lleva un curso varios años.
Con el paso del tiempo, sus padres y hermano han asistido a varias entrevistas en las que han contado detalles de la forma en la que su vida cambió tras el lamentable suceso y cómo han tenido que enfrentar ciertas situaciones al estar al tanto del caso del joven de 20 años.
Jorge Colmenares habló sobre un posible caso de brujería
En conversación con Esteban Niño Cruz para el pódcast Historias Paranormales, el hermano de Luis Andrés Colmenares reveló que hace varios años se sorprendieron al encontrar lo que sería un trabajo de brujería en las afueras de su propiedad.
“Una vez mi mamá invitó a un sacerdote a la casa y le dijo que en lugar en específico, siempre le olía a tabaco, mi casa no tenía tanta seguridad y el Padre le dice que excavaran ahí. Cuando lo hicieron, encontraron huesos de perro y había como un muñeco de trapo (...) No sé si era brujería o qué era, porque la verdad, de eso, yo no sé mucho, más bien soy un poco cobarde, pero mira las cosas que estaban pasando en la casa; y eso mismo se sentía en las audiencias”.
Esto despertó interés en el antropólogo, quien preguntó si conocían la identidad de la persona que llevó estos objetos al lugar y la razón de lo ocurrido.
“No tenemos ni idea de quién llevó eso ahí, es la hora en la que no tenemos ni idea (...) No estaba adentro de la casa sino en un jardín que queda ahí afuerita, pero alguien tuvo que haber ingresado y haber dejado eso ahí enterrado, eran huesos de perro”.
¿Qué había en el trabajo de brujería que encontró el sacerdote?
Pese a que no estuvo muy pendiente de lo ocurrido, debido a que el tema de brujería suele causarle un gran temor, explicó lo que logró observar en los pocos minutos que estuvo presente en el lugar.
“Yo nunca había visto en mi vida huesos de perro, creo que los únicos huesos que yo conocía eran los del pollo, cuando uno lo come, pero de resto nada (...) según lo que decían eran huesos de mascota (...) Había además, un muñeco de trapo, pero uno decía, para qué voy a denunciar o para qué voy a hacer algo porque lo primero que van a decir es que nosotros somos una familia guajira, rezandera, como se burlan de nosotros o como lo hicieron en la serie”.