El artista colombiano Fernando Botero, marcó la historia del arte en el país y en Latinoamérica con sus impecables obras, que cruzaron fronteras y fueron centro de exposiciones nacionales e internacionales.
Nació el 19 de abril de 1932 en Medellín, Colombia, logrando el reconocimiento internacional en 1962, año en el que logró realizar su primera exposición en Milwaukee Art Center en Wisconsin, Estados Unidos.
Durante 75 años, el artista antioqueño dedicó a su vida a su carrera artística, creando y entregando una serie de obras que lo catapultaron como uno de los exponentes del arte más importantes no solo de Colombia, sino del mundo, gracias a sus habilidades con la pintura, la escultura y el dibujo.
Prueba de su reconocimiento son sus obras que aún se exhiben en diferentes museos, plazas y escenarios públicos de diferentes ciudades del mundo, recordando y halagando su creatividad, originalidad y, por supuesto, su característico manejo del volumen, así como su gusto por los detalles inesperados.
Juan Carlos Botero recuerda a su padre con sentido mensaje
A los 91 años, el 15 de septiembre de 2023, el mundo del arte se vistió de luto tras confirmar la muerte del maestro a causa de una neumonía.
La lamentable noticia la dio su hija, Lina Botero, en la W Radio, donde reveló con un sentido mensaje que los últimos suspiros de su progenitor fueron “en paz. Murió tranquilamente y estábamos agarrados de la mano. Mi papá llevaba muchos años con párkinson, pero pudo trabajar hasta el último día y pintaba en su casa. Fue un ser humano extraordinario, entregado desde que fuimos pequeños. Hubo un Botero entregado al arte y luchando con las barreras”.
Por eso este 19 de abril de 2024, con un nostálgico mensaje de amor, pero también de tristeza por su ausencia, el hijo del fallecido artista, Juan Carlos Botero, conmemoró su cumpleaños número 92 a través de sus redes sociales, junto con una fotografía en la que aparecen los dos sonriendo y compartiendo un abrazo.
“Hoy mi padre estaría cumpliendo 92 años. No me acostumbro a su ausencia. Feliz cumpleaños, papá”, fueron las palabras con las que el hombre expuso, una vez más, su amor y profunda admiración por el pintor, a quien siempre le halagó su vocación y tenacidad, destacando la labor que cumplió en vida, tanto en el ámbito artístico como familiar.
“A los quince años él ya sabía que quería ser pintor. Pero Medellín en 1932 era un ambiente difícil para un joven artista, sin museos ni estímulos, y él sabía que su decisión lo condenaba a morirse de hambre. Aun así, jamás dio su brazo a torcer, y jamás se ha desviado un milímetro de su norte, trabajando cada día de su vida, durante horas y de pie, y sin tomarse siquiera unas vacaciones”, resaltó el joven hace unos años en diálogo con El Tiempo, al recordar a su padre cuando cumplió 90 años.
En esta misma conversación, el joven recalcó su admiración por estilo propio que creó su padre. “Fernando Botero es uno de los artistas más reconocibles del mundo, justamente por la originalidad de su estilo. Y la razón por la cual eso importa es porque el estilo encarna la suma de ideas del artista; el conjunto de convicciones acerca de la luz, del tema, del color, la línea, la composición, la forma, etc.”, dijo en su momento en el medio mencionado anteriormente.