Algunos famosos encendieron el debate de qué tan frecuente deben bañarse los humanos. Jake Gyllenhaal, Mila Kunis, Ashton Kutcher y Dax Shepard, esposo de Kristen Bell, han manifestado que son laxos a la hora de la higiene personal.

Gyllenhaal lo admitió en la revista Vanity Fair, en la que afirmó que, para él, bañarse era cada vez menos necesario. “Creo que hay algo en eso beneficioso para el mantenimiento de la piel. Nuestros cuerpos se limpian solos y de forma natural”, dijo en la entrevista.

Y la pareja de actores conformada por Ashton Kutcher y Mila Kunis lo revelaron en un podcast en el cual él dijo: “Me lavo las axilas y la entrepierna a diario y nada más”. Agregó que a sus hijos los limpian donde están sucios, “pero de resto, no tiene sentido bañarlos”.

Lo mismo sucede con Shepard y Bell, quienes señalan que solo se bañan cuando huelen feo y que lo hacen para preservar el medioambiente.

Eso ha ocasionado una gran discusión dentro y fuera de Hollywood, pues muchos no comparten con ellos este hábito. De hecho, el actor Dwayne ‘la Roca’ Johnson, en respuesta, escribió en sus redes sociales que se baña tres veces al día.

El novio tatuado

La pareja se conocía hace mas de 10 años, sin embargo, fue hasta 2019 que empezaron los rumores, y a finales de 2020 se confirmó la relación entre el baterista y la mayor de las Kardashian. | Foto: 2021 Photopix

Las Kardashian nunca se han caracterizado por su refinamiento. Pero la mayor de ellas, Kourtney, de 42 años, puso la nota muy alta con su novio, Travis Barker.

La pareja fue vista durante el Festival de Venecia y curiosamente el que llamó la atención fue él y no ella, lo cual es raro con las miembros de este clan. Barker apareció con un traje elegante y sin camisa, con lo que dejó al descubierto su pecho tatuado. En efecto, el rockero y baterista de la banda Blink-182 es famoso por sus tatuajes.

Se cree que tiene cerca de 107 en todo el cuerpo, incluida la cabeza, y todos los ha hecho para recordarse a sí mismo que no puede ser una persona del montón ni conseguir un trabajo normal durante su vida. Para quienes lo vieron aparecer en este tradicional festival, el punto quedó claro.

Antitapabocas y antivacunas

Los reconocidos músicos lanzaron diferentes sencillos para protestar en contra de la vacunación y el uso de tapabocas. | Foto: 2009 Lobeline Communcations

Muchos célebres músicos, en algún momento de su carrera, han escrito canciones protesta en las que reclaman ideales para una mejor sociedad. En plena pandemia, algunos de ellos, casi todos de la vieja guardia como Van Morrison y Eric Clapton, han decidido volver a la protesta para oponerse ahora a los tapabocas y a las vacunas.

A los 76 años, Clapton acaba de lanzar el sencillo This Has Gotta Stop (Esto tiene que parar), en el que critica la respuesta de los gobiernos frente a la covid-19. Frases como “I can’t take this BS any longer”, que traduce algo así como “no puedo soportar esta mierda más”, y “You want to claim my soul, you’ll have to come and break down this door” hacen parte de su manifiesto.

Él no está solo; Van Morrison, también de 76 años, lanzó tres canciones contra el aislamiento e invitó a sus colegas a protestar por la misma razón. Clapton ya había dicho en julio que no haría presentaciones en ningún escenario que discriminara quién podía entrar y quién no, en respuesta al requerimiento de la vacuna.

Otros como Joseph Arthur, un artista de culto, grabó la canción antivacuna Stop the Shot. Falta ver si esta vez consiguen conectarse con su audiencia, como lo hicieron en los años sesenta y setenta.

Diana, la gringa

La princesa Diana de Gales murió en un accidente automovilístico el 31 de agosto de 1997.

Esta semana se conoció un detalle desconocido de la princesa Diana. Según su mayordomo, Paul Burrell, meses antes de morir en el trágico accidente de París, la princesa estaba pensando en radicarse en Malibú, California.

La versión fue confirmada por el entrenador de voces que había contratado la princesa, quien agregó que la motivación era vivir allí con Dodi Al-Fayed en la residencia que él tenía en esa área. Diana le habría dicho a Burrell que esa sería su nueva vida y que aunque no sería maravillosa encontraba fascinante que nadie la juzgaría en ese país, “donde el sistema de clases no existe y no hay un establecimiento”.

Los niños, William y Harry, en ese entonces de 15 y 12 años, pasarían temporadas con ella. Lo curioso del cuento es el parecido del plan con lo que terminó haciendo su hijo Harry, quien a finales de 2019 renunció a ser miembro de la familia real para convertirse en un empresario junto a su esposa, Meghan Markle, en Los Ángeles, donde viven con sus dos hijos, Archie y Lilibet. De tal madre...

Problemas en el paraíso

Los rumores de separación de la pareja compuesta por los príncipes de Mónaco inició cuando ella no regresó de Sudáfrica por una infección hace ya varios meses. | Foto: 2019 PLS Pool

A pesar de que Alberto de Mónaco fue a Sudáfrica a visitar a su esposa, Charlene, a quien no veía desde hacía cuatro meses, los rumores de una separación han ido creciendo con el paso del tiempo. Los monegascos, impacientes porque su princesa no asistió a los actos más célebres del principado –el Baile de la Rosa y el Grand Prix–, le están demandando al príncipe una explicación convincente.

Él ha dicho que ella está en su país natal recuperándose de una infección en los oídos que le impide devolverse en avión, pero eso no ha sido suficiente para calmar los ánimos.

Además, muchos creen que no estar presente para el aniversario de bodas y el hecho de que Alberto apareciera en la gala de la Rosa con su antigua amante Nicole Coste, con quien tiene dos hijos, son motivo suficiente para creer que la pareja tiene los días contados.

Detrás de todo gran hombre…

La pareja, que contrajo nupcias en 2007, se lleva 24 años de diferencia. | Foto: 2019 Anadolu Agency

Gaël Tchakaloff, una periodista francesa muy cercana de los Macron, lanzó una biografía de la pareja en la que revela que Brigitte, la primera dama, podría ser el poder detrás del trono en el Palacio del Elíseo.

Según el recuento, para el cual entrevistó a distintas personas que trabajan hombro a hombro con el presidente de Francia, Emmanuel Macron, de 43 años, no podría pasar más de dos horas sin llamar a su esposa, de 68.

También revela que todas las noches él le reporta a ella los pormenores de su día y que muchos de los colaboradores la buscan a ella para ciertos asuntos de política pública.

El libro, titulado Tant qu’on est tous les deux (Mientras estemos juntos), señala que él siempre quiere que Brigitte lo acompañe a todos los compromisos oficiales, que su suegra la adora y que así de compenetrados han sido desde que se conocieron en el colegio donde él estudiaba y ella era su profesora.