El 13 de noviembre de 1985 Colombia vivió una de las tragedias más devastadoras de su historia. Miles de personas quedaron atrapadas bajo el lodo después de que el volcán Nevado del Ruiz entrara en erupción, desencadenando un desastre natural que enlutó no solo a las familias afectadas, sino a toda la nación.
Omayra Sánchez fue el nombre de la niña que se convirtió en un símbolo de la tragedia, cuya historia conmovió al mundo cuando quedó atrapada bajo escombros y lodo. A pesar de esperar durante horas su rescate, finalmente falleció, dejando un legado de valentía y resistencia que perdura hasta hoy. Su impacto fue tan profundo que algunas personas la consideran un símbolo de milagros y la veneran como una figura “santa”.
Aunque han pasado muchos años desde que Armero quedó reducido a escombros, hoy en día se conmemora esta fecha y se continúan conociendo historias de algunos de sus sobrevivientes, quienes han tomado la decisión de seguir adelante con sus vidas, aunque el dolor de las pérdidas sigue presente.
Recientemente, durante el programa radial Cartel Paranormal de la emisora La Mega, un oyente aseguró haber muerto en la tragedia de Armero y haber reencarnado tres años después. En una entrevista con Daniel Trespalacios, compartió que cuando era niño su padre lo llevó al municipio y desde entonces sintió una conexión especial, tanto así, que su padre lo tuvo que llevar al psicólogo porque sus relatos parecían irreales.
“Recuerdo haber cerrado los ojos y decirle a mi papá: ‘Aquí quedaba el Banco Agrario, aquí estaba el Banco del Café’”, expresó el hombre. Además, durante la narración mencionó que varios de sus familiares fallecieron en el desastre, incluyendo una hermana que era hija del primer matrimonio de su padre.
El hombre, cuya identidad permanece en el anonimato, afirmó haber nacido el 21 de julio de 1988. Basándose en sus experiencias de vida, cree haber muerto durante la tragedia de Armero y haber reencarnado tres años después, lo que explicaría sus vívidos recuerdos de cómo era el municipio antes de la erupción del volcán.
“Le decía a mi papá que recordaba los uniformes de cada colegio, las muchachas y demás... cuando caminaba por las calles, por la catedral y por donde Armero desapareció”, compartió durante la conversación. También consideró que su muerte pudo haber sido trágica, ya que no recuerda quién fue en su vida pasada y solo tiene imágenes de cómo era el pueblo. “No era mi hora”, afirmó, sugiriendo que por eso pudo haber reencarnado en otro cuerpo.