El cantante mexicano Christian Nodal sigue dando de qué hablar, con sus icónicos tatuajes y polémicas suscitadas en las redes sociales, además de su música con la que ha logrado posicionarse en los diferentes países de Latinoamérica, pues con sus letras muchas personas se han sentido totalmente identificadas en más de una ocasión.
Esta vez es el protagonista de la portada de la revista Rolling Stone, en su versión en español, en la que le dedicaron varios párrafos, en donde el artista de música regional mexicana habló sobre diversos temas y develó grandes secretos.
En lo publicado, el cantante asegura que su mamá tuvo epilepsia -enfermedad que afecta las neuronas- y afirmó que sus padres estuvieron ausentes: “No había papá, no había mamá. Mis padres eran mis abuelos. Una vez quise tirarme desde un segundo piso, creyendo que me haría daño, pero mi abuela me salvó: ‘¡Christian! ¡Chamaco pendejo!’”.
Agregó que, luego de mudarse a EE. UU., “fue muy duro llegar de la escuela y esperar que no estuviera mi mamá convulsionando”, y que su abuela jugó un papel vital en su vida. Ella asistía a la iglesia de los Mormones, en aquel lugar se enamoró de la trompeta y mencionó que “la pasaba muy bien ahí porque veía a la gente sanar, yo sentí por primera vez a Dios en la música”.
El joven, nacido en Caborca, al norte de México, se crio en medio de músicos, pues su familia estaba muy relacionada con los instrumentos y el canto: “Crecí pensando que todo el mundo vivía eso en su casa, ¿sabes? Pensé que todos debían cantar también, que todos hacían música. De niño tenía esa inocencia, y conforme fui creciendo, pues me di cuenta de que era un don muy bonito, y que era un regalo de Dios”.
“Es más importante la letra, el sentimiento, que la técnica y la voz educada, ¿me entiendes?”, expresa el cantante, enfatizando en que sentir la música, hace parte inherente de él, y afirma que “el éxito es muy relativo. Lo importante para mí es dar un mensaje con la canción. Conectar. Sanar”.
Continuó diciendo: “Crecí entre la música y Dios, eso me ayudó muchísimo. De niño siempre fui como muy ingenioso. No tuve celular como hasta los 16 años, no tenía videojuegos, ni nada de eso, esas cosas eran de los primos ricos. Entonces en mi casa se jugaba a las escondidas, a los quemones, a los trompos, a hacer casitas en el árbol, ¿me entiendes? Todo muy inocente. Aprendí a usar mi imaginación”.
Entre tanto, el joven de 23 años, aseveró que la música es mágica y que “todo es un ciclo. La música siempre es un ciclo porque de pronto vuelve el regional, de pronto vuelve el pop, el reggaetón es un claro ejemplo de lo que pasa, ¿no? Y sí, yo creo que es muy bonito mantener las culturas, mantener siempre nuestra esencia, nuestra raíz. El regional es un tema, es un género muy bello que tiene letras increíbles, melodías”.
Asimismo, el mexicano dijo que respeta los demás géneros, pero que está contento con sus letras, su ritmo y su música, y el mensaje que deja: “Claro, las marcas, cantar de drogas, cantar de ropa, está bien, pero de eso no se trata la vida. No todo el tiempo se puede vivir de fiesta. A mí me gusta mucho el mensaje que da mi género, está muy apegado a la realidad. Es un género muy bondadoso”.
De igual manera, expresó respecto al éxito que en muchos artistas “era vacío, porque no tenían a nadie real a su alrededor, tenían estos números, tenían esa cuenta de banco con muchos ceros, pero no tenían ni amor, ni tenían a Diosito en sus vidas. Uno se enferma con el trabajo y se olvida de vivir la vida, estudiar, las cosas humanas”.
“Entonces hace poco tiempo que estoy hablando con todo el mundo, y me doy cuenta de que cada quien es muy sabio a su manera y tiene mucho de qué hablar, compartir. Todos tienen sus problemas. Es increíble, si te pones a pensar en la gente que está en la calle, ¿cómo será su historia? ¿Cómo terminaron ahí? Nos falta ser más humanos”, enfatizó y destacó la importancia que tiene para él conectar, conectar con la gente.