Las redes sociales se han convertido en una herramienta tecnológica crucial en la actualidad. A través de ellas, los usuarios pueden comunicarse con personas de todo el mundo y compartir no solo su estilo de vida, sino también trucos, tutoriales y más.
Estas plataformas han sido especialmente acogidas por los influencers, usuarios que se centran en audiencias específicas y crean contenido para sus seguidores con el objetivo de monetizarlo, convirtiéndolo en su forma de trabajo.
Compartir estilos de vida en estas plataformas se ha convertido en una tendencia notable, dado que las personas se sienten libres de difundir aspectos interesantes de su día a día que pueden inspirar a otros a buscar un futuro prometedor. Sin embargo, detrás de esta aparente normalidad, hay quienes tienen hábitos poco comunes.
Este es el caso de Meow Dalyn, una joven de Estados Unidos que ha causado controversia en las redes sociales al afirmar que no se identifica como ser humano, sino como un perro. Ha adoptado algunos de los hábitos de estos animales para vivir como uno.
Lo más sorprendente es que Meow lleva el nombre de un gato pero se identifica como un perro. Además, afirma tener cuidadoras que la sacan a pasear, juegan con ella, la llevan a hacer sus necesidades y le premian por su comportamiento.
En una entrevista para The Kyle & Jackie O Show, Meow compartió cómo es su día a día. En lugar de tener una pareja sentimental, tiene personas que la cuidan: “Tengo cuidadoras, algo así como adiestradoras de perros. Me alimentan, me sacan a pasear, practicamos entrenamiento, que es una de mis cosas favoritas, porque recibo golosinas”.
Esta “niña perro” se dedica a hacer transmisiones en vivo en Twitch, donde entretiene a sus más de 15.000 seguidores y también ha alcanzado la fama en Instagram con más de 22.000 seguidores.
Meow ha adoptado completamente el estilo de vida de un canino, llegando al punto de dormir en jaulas porque, según ella, le ayuda a sentirse más tranquila y segura por la noche.
“Tengo mantas y almohadas de colores pastel allí, algo sobre estar en un espacio confinado, no sé si me hace sentir segura del mundo o me hace sentir que el mundo está a salvo de mí, pero se siente… consuelo seguro”, señaló la cosplayer.
Según informes de medios internacionales, la mujer empezó a experimentar una energía canina cuando se volvió independiente, lo que le proporcionaba la tranquilidad y la libertad para llevar una vida completamente como un animal: “Pensé que una vez que ganara mi propio dinero y pagara mi propio alquiler, entonces podría hacer extra lo que quisiera, ¡y yo quería ser un perro!”, indicó.
Ante las opiniones de los demás sobre ella, Meow afirma que no le afectan, ya que considera que todos los seres humanos llevan un animal dentro y que sus acciones trascienden los prejuicios sociales: “No me fijo en los demás ni en sus reacciones hacia mí porque estoy tan metida en el momento de perseguir la pelota, de ser un perro”.