James Corden se hizo famoso alrededor del mundo gracias a su programa The Late Late Show, más específicamente con los segmentos de “Carpool Karaoke”, donde invita a diferentes celebridades para que lo acompañen en su camioneta mientras cantan dando vueltas por Los Ángeles, Estados Unidos.
Gracias a los videos publicados de ese segmento, Corden ha logrado ser reconocido en casi todos los rincones del mundo donde llega internet, dándole así un estatus de celebridad mundial que lo preside a todos los lugares que va.
Ciertamente, muchos lugares famosos del mundo como restaurantes, hoteles y bares dan un trato preferencial a las celebridades como estrategia de publicidad; sin embargo, otros son tan prestigiosos que no necesitan de ninguna foto con nadie para ser reconocidos, como lo es Balthazar, uno de los sitios más visitados actualmente en Nueva York.
Muchas luminarias de Hollywood visitan este restaurante por su comida y su servicio, como James; sin embargo, solo él ha sido catalogado como “el cliente más tirano que ha tenido el equipo Balthazar desde que abrimos en 25 años” y dicho por el mismo dueño del establecimiento, el chef y periodista gastronómico Keith McNally.
Estas declaraciones las dio Keith a través de su cuenta oficial de Instagram, donde relató los dos sucesos que lo llevaron a poner semejante título al presentador.
“En junio, James Corden estuvo aquí en la mesa 61. Después de comerse el plato principal, le enseñó un pelo al gerente, que estaba mortificado. Corden fue extremadamente desagradable y le dijo: ‘Tráenos otra ronda de bebidas ahora mismo. Y también nos vas a invitar a todas las que hemos pedido hasta ahora. Si no lo haces, escribiré una mala crítica en Yelp o algo parecido”, fue el primer incidente que se relató en la misma publicación.
La gota que rebosó la copa fue el segundo incidente, sucedido hace pocos días. “James Corden estuvo en Balthazar con su esposa el 9 de octubre para el brunch. Pidió una mesa afuera. La jefa de comedores los llevó a la mesa 301. La esposa de Corden pidió una tortilla de yemas de huevo con queso gruyère y ensalada. Unos minutos después de recibir la comida, James llamó a su camarera, M. K., y le dijo que había un poco de clara de huevo mezclada con la yema”, narró el chef, quien contó que esta vez le llevaron a la dama un plato con la tortilla que pedía y una porción de patatas en lugar de la ensalada que se pidió originalmente, error que desató la ira del británico y generó el revuelo del año.
“Fue entonces cuando James Corden empezó a gritar como un loco al camarero: ‘¡No puedes hacer tu trabajo! ¡No puedes hacer tu trabajo! ¡Tal vez debería ir a la cocina y cocinar la tortilla yo mismo!” añadió el también comunicador.
Esto hizo que el chef le pusiera un “86″ a Corden, que en el lenguaje gastronómico se usa cuando un plato no está disponible o un cliente es vetado por completo del restaurante, negándole su entrada y todo lo que tenga que ver con el establecimiento.
Luego de la publicación, millones de personas empezaron a “cancelar” a Corden en redes sociales y la justicia mediática hizo lo suyo, pues días después el mismo dueño de Balthazar publicó en su cuenta de Instagram que el británico lo había llamado personalmente a pedirle perdón a él y su equipo por su actitud.
“Corden acaba de llamarme y se ha disculpado profusamente. Cualquier persona lo suficientemente magnánima como para disculparse con un vago como yo (y mi personal) no merece ser expulsada de ningún sitio, especialmente de Balthazar”, expresó Keith en su última publicación, donde también bromeó sobre el haberle pedido a Corden que lo dejara presentar su programa por 9 meses.