La boda de la princesa Mako, de 30 años, la hija mayor del príncipe heredero Fumihito y sobrina del emperador Naruhito, no tuvo la pompa y elegancia de las casas reales europeas, que parecen sacadas de cuentos de hadas.
Primero que todo no había príncipe azul, porque el novio, Kei Komuro, es un plebeyo a quien ella conoció en la universidad y por el cual debió renunciar a los títulos honoríficos. Tampoco hubo vivas de los súbditos, sino todo lo contrario: el matrimonio dejó a la opinión pública dividida, muchos de ellos con una gran antipatía por el nuevo miembro de la familia a quien no ven con buenos ojos. Pero, al final, resultó una gran historia de amor, pues este sentimiento triunfó a pesar de todos los obstáculos que enfrentó la pareja en los ocho años de compromiso.
El “sí” llegó el lunes pasado a la oficina de registro de Tokio, donde ella vestía un sencillo traje azul. No hubo cámaras ni fisgones. Solo una rueda de prensa en la que los recién casados se disculparon por el estrés generado y reiteraron su amor. La pareja vivirá en Estados Unidos, donde el novio trabaja para una firma de abogados.
¿Dónde están los Kennedy Papers?
Los documentos de la CIA y el FBI sobre el asesinato de John F. Kennedy en 1963 debían haber sido dados a conocer al público esta semana. Pero, por alguna razón, el Gobierno del presidente Joe Biden postergó ese momento, lo que enfureció a algunos miembros del clan.
Existe gran interés en conocer el dosier que contiene más de 300.000 apuntes, pues alrededor de este asesinato hay un sinnúmero de teorías de conspiración, así como una gran resistencia a la conclusión de la investigación Warren: que tanto Lee Harvey Oswald como Jack Ruby, su asesino, actuaron por cuenta propia.
Robert Kennedy Jr. dijo que no había excusa para justificar que 58 años después del asesinato el mundo aún no pudiera ver esos documentos, la mayoría de los cuales se revelaron en 1994 y 1998. Pero otros aún permanecen bajo secreto, clasificados como material sensible.
El nuevo pleito de Trump
El expresidente Donald Trump parece no tener un instante aburrido en su vida. Ahora, libra una batalla legal con nadie menos que el músico de reggae Eddy Grant, famoso por su canción Electric Avenue, compuesta, grabada y producida por él en 1983.
La tonada fue usada por el entonces candidato para una campaña contra Joe Biden el año pasado. Se trata de un video en el que aparece un tren rojo de alta velocidad con el nombre de Trump, al lado de una lenta locomotora con el nombre de Biden, para el cual se usaron 40 segundos de la canción.
Grant lo demandó por derechos de autor en septiembre. En un principio, Trump y sus abogados reclamaron que en ningún momento habían hecho mal uso de la canción, la cual en 1983 ocupó el segundo lugar en la lista de Billboard. Pero el juez John Koeltl señaló que Trump y su campaña no habían logrado probar que la canción haya sido usada legalmente y que su acción podría dañar la imagen y los negocios de Grant, quien nunca recibió compensación por dicho uso.
Mala semana
Esta semana no ha sido la mejor para Mark Zuckerberg. Además de las críticas a Facebook, él y su esposa, Priscilla Chan, fueron demandados por dos exempleados que alegan no haber recibido todos los salarios que les debían durante el tiempo que trabajaron para la pareja. Fuera de eso, dicen que enfrentaron acoso sexual y discriminación de otros empleados.
Una de las demandantes es Mia King, mujer afroamericana y miembro de la comunidad LGBTQ, quien trabajó con los Zuckerbeg desde mayo de 2018 hasta febrero de 2019. Según King, estuvo “sujeta a un patrón continuo de acoso y discriminación racial y sexual” por parte de sus compañeros de trabajo y nunca se la compensó por trabajar horas extras.
El otro demandante es un hombre homosexual con epilepsia cuyo nombre se mantuvo en reserva. Él manejó las operaciones del hogar desde enero de 2017 a marzo de 2019. Pese a que trabajaba más de 40 horas a la semana y más de ocho horas al día para la familia, nunca fue compensado por ello.
A pesar de las quejas, Ben LaBolt, portavoz de los Chan-Zuckerberg, señaló que las acusaciones “no pudieron fundamentarse” y que ellos fueron tratados de manera justa.
Todo en familia
Angelina Jolie llevó a su prole al estreno de la película Eternals en el Reino Unido, donde llamó la atención el vestuario de todos.
Shiloh, de 15 años, fue con un traje Dior alterado que Angelina lució originalmente para la alfombra roja de Maléfica, en 2019. Su hermana mayor, Zahara, de 16 años, lució una mini y los hombros descubiertos, y los hermanos Maddox, de 20, y Knox, de 13, optaron por blazers en tonos carbón y a cuadros escoceses, respectivamente. Vivienne, la gemela de Knox, apareció con el mismo vestido color crema que usó en el estreno de Los Ángeles la semana pasada, y su madre se vistió de Valentino Haute Couture.
Angelina confirmó que le encanta abrirles el clóset a sus hijos para que tomen lo que quieran. “Les digo úsalo, y úsalo mejor que yo, es tu turno’”. En el estreno de la película en Los Ángeles, por ejemplo, Zahara llamó la atención con el vestido plateado de Elie Saab Haute Couture que su madre llevó a los Óscar 2014; por su parte, Shiloh apareció con una versión a medida de un vestido beige de Gabriela Hearst usado por Jolie recientemente.
Meghan, la lectora
Meghan Markle reapareció esta semana para un video en el canal de Brightly Storytime, en YouTube, en el que promociona su libro infantil, The Bench, lanzado en junio pasado.
Antes de empezar la lectura, la duquesa comentó que la obra en realidad era originalmente un poema que ella le escribió a su esposo, Harry, y a su hijo, Archie, para el Día del Padre en 2019. Pero viendo que la temática era tan universal, decidió convertirlo en un libro para el público.
El texto está acompañado por dibujos en acuarela de Christian Robinson y fue publicado por Penguin Random House. No se sabe cuánto recibió como adelanto por este trabajo ni si las ganancias por las ventas serán donadas a obras de caridad.